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El colesterol (esterol) es una sustancia grasa natural (lípido) que se encuentra en todas las células y tejidos corporales y en el plasma sanguíneo de los vertebrados, necesario para el funcionamiento normal del organismo. Se presenta en altas concentraciones en el hígado, médula espinal, páncreas y cerebro. Es una sustancia esencial para crear la membrana plasmática que regula la entrada y salida de las sustancias en la célula.
El colesterol puede ser endógeno (fabricado en el hígado) o exógeno (aportado por los alimentos). Es la base química para los ácidos biliares, la vitamina D y todas las hormonas esteroides como: testosterona, estrógenos, progesterona, cortisol, pregnenolona, aldosterona y estradiol.
La Medicina Oficial plantea que cuando el colesterol presenta cifras elevadas en la sangre hay consecuencias perjudiciales para la salud y lo clasifica en 2 tipos:
- "Malo": al unirse a la partícula LDL se deposita en las paredes arteriales y forma placas de ateroma.
- "Bueno": al unirse a la partícula HDL transporta el exceso de colesterol al hígado para ser destruido.
La concentración de colesterol oficialmente aceptada como normal en el plasma sanguíneo (colesterolemia) de individuos "sanos" es de 100-190 mg/dl. Cuando esta concentración aumenta, se habla de "hipercolesterolemia" y se prescriben medicamentos contra el colesterol.
Al aumento del colesterol se le atribuye una cantidad de parámetros que nada tienen que ver con la realidad y se le achaca ser el causante de infartos y diversas "enfermedades":
Los siguientes gráficos muestran, en 4 pasos, el concepto que se tiene sobre el proceso de la "enfermedad coronaria" por acumulación de colesterol en las paredes de las arterias y su supuesta relación (errónea) con el infarto del miocardio:
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Cuando se tiene un shock biológico de desvalorización local, se activa un SBS que implica la capa interna (endotelio o íntima) de los vasos arteriales de mediano calibre (Mesodermo Nuevo) o cuando existe un conflicto de pérdida de territorio o sometimiento quedan implicados los recubrimientos internos de las arterias coronarias, carótidas y el arco aórtico (Ectodermo). En ambos casos ocurre el siguiente proceso:
En la Fase Activa se atrofia (Mesodermo Nuevo) o ulcera (Ectodermo) el endotelio vascular (íntima de la arteria) para aumentar el flujo de sangre hacia el órgano que irriga. Después de la Conflictolisis (CL), en la Fase PclA se inicia su reconstrucción; pero, al ser el flujo de sangre muy rápido, las células regeneradas tienen el riesgo de ser arrastradas por la corriente sanguínea. Para evitarlo, el organismo utiliza al colesterol, formando una barrera impermeable que aísla al endotelio del torrente sanguíneo y entonces la reconstrucción vascular ocurre sin contratiempos (Fase Pcl).
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La placa de colesterol, llamada placa de ateroma, va obstruyendo paulatinamente la arteria (estenosis coronaria llamada aterosclerosis) y simultáneamente se forman vasos secundarios que suplen el déficit sanguíneo del vaso en reconstrucción. De esta manera, el tejido que irriga ese vaso no sufre de déficit de sangre aunque se obstruya por completo.
Una vez lograda la regeneración del endotelio, las lipoproteínas de HDL-C van "limpiando" la placa de colesterol que ya cumplió su función y es reciclada y metabolizada en el hígado. Finalmente la arteria queda completamente reconstruida. A este proceso se le ponen las etiquetas de "aterosclerosis" e "hipercolesterolemia".
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El colesterol se presenta permanentemente en niveles altos en la sangre tras continuas recidivas de los SBS que implican a las arterias.
En la Fase Pcl del SBS de la íntima de las venas, no es necesaria la ayuda del colesterol porque la presión sanguínea es muy baja y el endotelio se puede regenerar sin necesidad de la protección del colesterol.
Este material fue elaborado por la Escuela de las Leyes Biológicas con base en el trabajo del Dr. Hamer
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14-05-2025
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