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Este material ha sido revisado y rectificado por la Escuela de las Leyes Biológicas en cuanto a contenido técnico, vocabulario y forma. Lista de entrevistas:1. Ryke Geerd Hamer. Reflexiones sobre las Leyes Biológicas.
Doctor Hamer, ¿qué le indujo a interesarse en el cáncer y a cuestionarse las relaciones de causalidad entre el alma y las "enfermedades"? Hasta 1978 no me había ocupado especialmente de ello. Era internista, especialista en Medicina Interna y llevaba trabajando 15 años en clínicas universitarias (C.H.U.). Dirigí cursos durante cinco años, enseñando a estudiantes. Era un internista normal, tenía en mi haber varios años de práctica médica... Todo eso hasta 1978. Luego sucedió algo terrible. Un loco furioso disparó su fusil sin el menor motivo, contra mi hijo Dirk que dormía sobre un barco. Fue un golpe imprevisto que me pilló totalmente desprevenido. Un golpe contra el que me sentí impotente y sin capacidad de reacción. En la vida corriente, los sucesos y conflictos normales no ocasionan sobre nosotros un choque tan brutal. Siempre tenemos ocasión de prepararnos un poco ante ellos; son lo que denominaríamos los conflictos ordinarios que solemos tener. Por el contrario, a los conflictos ante los que no tenemos preparación y que provocan una violenta perturbación psíquica, un choque, les llamamos conflictos biológicos. Fue así como en 1978 tuve un conflicto biológico, de pérdida, desarrollando un cáncer testicular. En aquellos momentos, como todavía nunca había enfermado de nada grave, aquello me hizo reflexionar. Pensé que sin duda aquel cáncer testicular debía estar relacionado, de una u otra manera, con la muerte de mi hijo. Tres años más tarde, en un clínica de cáncer ginecológico de la Universidad de Munich, en la que era jefe de servicio de medicina interna, tuve ocasión de investigar en otras personas el mecanismo que se había desarrollado exactamente de la misma forma en mí, también ellas habían sufrido un choque conflictual. Descubrí que efectivamente, en todas sin excepción, se había producido un tal suceso-choque, a partir del cual habían tenido las manos frías y experimentado pérdida de peso, insomnio, etc. De manera que, tirando del hilo, se podía remontar hasta el choque inicial a partir del cual el cáncer debió producirse. Por entonces esta opinión era hasta tal punto contraria a las tesis oficiales de la medicina. Tan pronto expuse estas ideas a mis colegas se me colocó ante la disyuntiva de abandonar mi trabajo de clínica o retractarme. ¡Parece algo propio de la Edad Media! ¿Cómo reaccionó usted ante esta situación? Bueno, cuando se es Frisón no se puede abjurar, ya que ante la falta de argumentos que me refutasen hubiese debido abjurar de mis convicciones íntimas. Por lo tanto me fui. El despido me produjo un conflicto biológico o más concretamente, una desvalorización violenta y brutal, lo recuerdo muy bien, ya que encontré monstruoso que se me pudiera echar de la clínica únicamente por haber realizado un descubrimiento científico fundamentado, nuevo e irrefutable. Además, nunca hubiese imaginado que eso fuese posible. Fue totalmente dramático, ya que hasta el último día pude examinar a la número 200, de manera que la 1ra Ley Biológica, La Ley de Hierro casi vio la luz in extremis. ¿Podría explicarnos, brevemente y de forma sencilla, cuáles son los criterios esenciales de la 1ra Ley? Conlleva tres criterios, el primero de los cuales se enuncia así: Todo inicia con un DHS (Síndrome Dirk Hamer), con un choque angustiante, agudo y dramático, experimentado en soledad, que se manifiesta casi simultáneamente a tres niveles: psíquico, cerebral y orgánico. Es el DHS, Síndrome de Dirk Hamer. Le denominé así porque el choque provocado por la muerte de mi hijo Dirk fue el origen de mi cáncer testicular. Luego, este Síndrome Dirk Hamer se convirtió en el eje, la columna vertebral de las Leyes Biológicas. Así pues, en cada caso debemos intentar reconstruir el Síndrome Dirk Hamer, con todos sus agentes y consecuencias. Debemos retroceder hasta la situación específica de aquel momento. Es sólo a partir de aquella situación que podremos comprender por qué el problema ha constituido para alguien un conflicto biológico. Por qué razón fue tan dramático. Por qué el afectado estaba tan solo en aquellos momentos. Por qué nadie había podido compartirlo con él y por qué el problema provocaba en él un conflicto activo, que la persona en cuestión no podía escoger entre dos opciones que se le ofrecían o no tenía ninguna posibilidad de reaccionar ante el problema. Un buen médico debe poder efectuar con igual eficiencia la identificación con un bebé (incluso un embrión), con un viejo, una jovencita o un animal y ser capaz de trasladarse hasta la situación que originó el Síndrome Dirk Hamer. Ese es el único medio que tiene para poder distinguir entre un problema, de los que tenemos a centenares y un conflicto biológico. La 1ra Ley tiene además otros dos criterios, ¿no es cierto? Sí. El segundo criterio se enuncia así: En el momento de producirse el Síndrome Dirk Hamer, el matiz del conflicto determina la localización cerebral del Foco de Hamer, así como la localización en el órgano. Los conflictos no existen por sí mismos, sino que cada uno tiene un matiz muy determinado que se define en el mismo instante del Síndrome Dirk Hamer. El matiz del conflicto se genera por vía asociativa, por coordinación instintiva de ideas que generalmente escapa al filtro de nuestra razón. Por ejemplo, tomemos un conflicto típico de agua o de líquido: un camión cisterna pierde todo su contenido en un accidente de circulación o el coche de una cooperativa lechera vuelca y derrama en la calzada toda la leche. Se produce una asociación con el agua o líquido y a partir de un conflicto biológico mentalmente relacionado con el agua (un conflicto de agua) se implica el riñón. ¡Eso significa que a cada variante de conflicto le corresponde un órgano determinado y un emplazamiento específico en el cerebro! Sí, existe un relé específico a nivel cerebral. En nuestro ejemplo de riñón por conflicto de agua o líquido, en el mismo segundo de producirse el Síndrome Dirk Hamer se produce la activación en una localización predeterminada del cerebro, que corresponderá al riñón derecho o izquierdo. Este Foco de Hamer puede ser fotografiado con ayuda de los escaners cerebrales. La zona cerebral toma el aspecto de círculos concéntricos, como en una diana o un estanque al que se ha arrojado una piedra. Hasta ahora, este fenómeno ha sido siempre mal interpretado por los radiólogos, que lo diagnosticaban como fenómeno de origen artificial ocasionado por el propio aparato. La localización cerebral que presenta este tipo de alteración se denomina Foco de Hamer. No fui yo quien le dio tal nombre, sino mis detractores, haciendo burla de esos "cómicos Focos de Hamer" en las localizaciones descubiertas por mí. ¿Cómo se enuncia el tercer criterio? A la evolución del programa le corresponde una evolución determinada del Foco de Hamer en el cerebro y una evolución específica en un órgano. Se puede resumir así: El conflicto biológico tiene un triple impacto, casi simultáneo, a tres niveles: psíquico, cerebral y orgánico. Es fácil de concebir y además se puede hacer la comprobación en el primer caso que se nos presente: la evolución del conflicto y llegado el caso, la implicación orgánica, es sincrónica en los tres niveles. Si el conflicto puede resolverse, constatamos que los cambios debidos a esta solución se producen sincrónicamente, en forma paralela en los tres niveles. Se trata de la acción de un sistema predeterminado, en el sentido estrictamente científico, de manera que si se conoce uno de los niveles se pueden deducir limpiamente los otros dos. En último extremo tenemos un único organismo que podemos concebir a tres niveles, pero que de hecho es uno solo. He aquí un pequeño ejemplo. En mayo de 1991, tras una conferencia en Austria, cerca de Viena, un médico me presentó un escáner cerebral, rogándome que explicase a sus veinte colegas presentes, la mayoría radiólogos y especialistas de escaners cerebrales, lo que yo podía deducir a nivel orgánico y correlativamente a nivel psíquico. La información de que disponía era tan solo de uno de los tres niveles: el cerebral. A partir del escáner cerebral diagnostiqué un carcinoma vesical en inicio de sangrado y en la Fase PclA; un antiguo carcinoma prostático; una diabetes; un antiguo carcinoma bronquial y una parálisis sensorial de una zona determinada del cuerpo, informando a la vez de los correspondientes conflictos. Ante lo cual, el médico se levantó y afirmó ante todos sus colegas: "¡mi más sincera felicitación, Doctor Hamer! Los cinco diagnósticos son cinco aciertos. Es exactamente lo que tiene y lo que ha tenido. ¡Es fantástico!" Uno de los radiólogos presentes comentó entonces: "a partir de hoy me he convencido de lo bien fundamentado de su método. En efecto, ¿cómo podría adivinar un carcinoma de la vejiga en inicio de sangrado? Yo mismo no había hallado nada remarcable en el escáner cerebral, pero ahora que nos ha mostrado los relés estoy dispuesto a ratificar seguidamente su diagnóstico." Detengámonos un instante en el plano psíquico. ¿Cómo detectar que he sufrido un choque de este tipo, que desencadena a continuación la correspondiente implicación orgánica? ¿Cómo se reconoce? Hay criterios precisos que hacen que se distinga con facilidad de los problemas y conflictos normales con que nos enfrentamos cotidianamente. Tras un Síndrome Dirk Hamer, la persona se halla en un estado duradero de simpaticotonía, de estrés permanente, con pies y manos completamente fríos, sin apetito, adelgazando, sin poder dormir por la noche, sin poder pensar en otra cosa que en su conflicto, de día como de noche. Este estado sólo cambia cuando ha resuelto su conflicto. Así pues, a diferencia de los conflictos y problemas normales, vemos que los que sufren estos conflictos biológicos mantienen un estrés permanente que presenta síntomas muy determinados, con lo que además del desarrollo orgánico y del foco localizado en el cerebro, visible desde el primer momento, manifiesta síntomas psíquicos muy conocidos y definidos que no pueden pasar desapercibidos. ¿Qué sucede exactamente cuando se resuelve uno de estos conflictos biológicos? Volvemos a ver síntomas muy manifiestos en el plano psíquico, cerebral y orgánico. En el plano psíquico y a nivel vegetativo, vemos que deja repentinamente de reflexionar día y noche, recupera su ritmo normal de sueño y gana otra vez los kilos que había perdido en el transcurso de la Fase Simpaticotónica. En contraposición, se siente decaído y fatigado, por lo que en ocasiones debe permanecer acostado. Esto, lejos de ser el principio del fin, es un síntoma muy positivo. La duración de la Fase Pcl es variable, ya que está en función de la Fase Activa que la ha precedido y en general tarda en recuperarse tanto tiempo como ha durado la Fase Activa. En el punto culminante de la Fase PclA, en el curso de la cual el cuerpo ha almacenado mucha agua, asistimos a una Epicrisis o Crisis Epileptoide, que se manifiesta a través de diversos síntomas. Tras esta crisis el cuerpo elimina de nuevo el agua de los edemas y regresa lentamente a la normalidad. De igual manera se van recuperando lentamente las fuerzas. En el curso de la Fase PclA vemos paralelamente en el plano cerebral que el Foco de Hamer, que durante la Fase Activa mantenía la configuración de una diana, se edematiza y los anillos visibles por escáner van desapareciendo, se difuminan, al tiempo que el relé cerebral se tumefacta por completo. La Crisis Epileptoide mencionada anteriormente, que de hecho es desencadenada por el cerebro, marca también allí el punto culminante del edema, el punto de reflexión y de retorno a la normalidad. En el transcurso de la segunda mitad de la Fase Pcl empieza a confluir en el cerebro el tejido conjuntivo cerebral inofensivo, denominado neuroglía, con el objetivo de reparar el Foco de Hamer. Este tejido conjuntivo, totalmente inofensivo y que en el escáner cerebral podemos colorear de blanco con un producto de contraste yodífero, ha sido a menudo y de forma errónea tomado por un tumor cerebral y extirpado por pura tontería. En efecto, dado que tras el nacimiento del ser humano las células cerebrales no pueden reproducirse a sí mismas, es imposible que existan auténticos tumores cerebrales. En el plano orgánico vemos ahora lo que hasta aquí era considerado como más importante: que el tumor no progresa, que a partir de la solución del conflicto, que nosotros llamamos Conflictolisis, el cáncer se detiene y deja de proliferar. Este es un descubrimiento extremadamente importante, que programa de antemano la terapéutica. También sobre el plano orgánico vemos igualmente procesos de reparación muy determinados que desde ahora examinaremos con más precisión. La Crisis Epileptoide se manifiesta también a nivel orgánico, al mismo tiempo que los fenómenos correspondientes lo hacen en los otros dos niveles. ¿Podría describirnos qué es realmente una Epicrisis? La Epicrisis es un proceso que ha ejercitado la naturaleza desde hace millones de años. Se desarrolla simultáneamente a tres niveles. El sentido y objetivo de esta crisis, que sobreviene en el punto culminante de la Fase PclA, es el de retorno a la normalidad. Las Crisis Epileptoides se producen en principio en todos los SBS, si bien con diferencias según sean éstos. Para este importante fenómeno la naturaleza ha inventado, por así decir, un truco. En el punto medio de la Fase Pcl se revive brevemente el conflicto, lo que por momentos le coloca en una fase de estrés: presenta manos frías, sudor frío generalizado y revive brevemente todos los síntomas de la actividad conflictual. El objetivo de todo ello es presionar y expulsar el edema cerebral para que se pueda regresar a la normalidad. Una vez que la Epicrisis ha terminado vuelve a aumentar la temperatura corporal. Tras ello se sucede una pequeña fase de pérdida de orina. Tras la Epicrisis se encamina de lleno a la normalización, lo que significa que una vez superada la crisis ya no volverá a producirse nada que pueda asustar o que sea grave. Hacia el final de la Fase Pcl se produce una gran fase de pérdida de flujo urinario, en el transcurso de la cual el cuerpo elimina completamente el resto de los edemas. El momento de peligro se sitúa inmediatamente al final de la Epicrisis, ya que es entonces cuando se descubre si ésta ha sido o no suficiente para eliminar los edemas. La Epicrisis más conocida es el infarto de miocardio y en la lista de Crisis Epileptoides figuran preferentemente la embolia pulmonar, la crisis hepática o la supuesta crisis neumónica. ¿Podría citarnos, como ejemplo, algunos conflictos típicos? Y lo que también sería interesante, ¿por qué se les denomina conflictos biológicos? Les llamamos conflictos biológicos porque se explican desde un punto de vista ontogenético. Se presentan de manera analógica tanto en el hombre como en el animal y evolucionan igualmente de forma análoga en ambos. No tienen nada que ver con los problemas y conflictos con que nos enfrentamos habitualmente (psico-intelectuales). Son conflictos de una calidad fundamentalmente diferente, casos de perturbación, por así decir, previstos por la naturaleza en el programa arcaico de comportamiento grabado en nuestro cerebro. Imaginamos que lo pensamos, pero en realidad el conflicto estalló ya en el intervalo de segundos por vía asociativa, antes incluso de que hubiésemos empezado el acto de pensar. Por ejemplo, cuando un lobo arrebata a la madre su pequeña oveja, la madre desarrolla un conflicto madre-hijo tal como lo hace la madre humana. La madre oveja producirá un cáncer de mama en el mismo lado que la madre humana desarrolla el suyo, según sea diestra o zurda. El relé cerebral se halla en la misma localización en que en la madre humana se ubica el relé del comportamiento madre-hijo, en caso de perturbación, el Foco de Hamer correspondiente al conflicto madre-hijo o al conflicto de nido. Es la misma localización donde en la tetilla del niño pequeño se localiza el relé para las relaciones niño-madre. Todos nuestros conflictos biológicos pueden ser clasificados ontogenéticamente (en qué etapa de la evolución de las especies). Los comportamientos específicos han sido desarrollados y registrados, de forma que no sólo existen correlaciones entre órganos y zonas cerebrales, sino también conflictos íntimamente ligados ontogenéticamente. Una vez más, todas las perturbaciones psíquicas relacionadas tienen relés vecinos en el cerebro y, ontogenéticamente hablando, son también vecinas a nivel orgánico, de manera que presentan la misma formación celular histológica. Es aprendiendo a considerar nuestro organismo desde un punto de vista ontogenético que descubrimos la prodigiosa organización de la naturaleza. ¿Podría darnos algunos ejemplos tomados de nuestra vida cotidiana? Sí, tomemos por ejemplo el caso de una madre que lleva a su hijo cogido de la mano mientras está hablando con una vecina en la acera. De repente, el niño se suelta de la mano de la madre y se lanza a la calle. Chirrido de neumáticos, un vehículo que frena bruscamente... y el niño que sale por los aires o es atropellado. La madre no estaba preparada para tal suceso y la ha pillado totalmente desprevenida. Se ha quedado helada de espanto. El niño es conducido al hospital, en el que permanece quizá durante días enteros entre la vida y la muerte. Su madre tiene las manos heladas, no puede dormir, ha perdido el apetito y se halla en estado de estrés permanente. Desde el momento mismo del accidente empieza a desarrollarse en su pecho izquierdo (o en su pecho derecho, si es zurda), un nódulo. Ha sufrido un conflicto típico madre-hijo, con configuración en forma de diana en el Cerebelo derecho. Cuando la madre recibe el alta de los médicos para llevar a su hijo a casa, éstos le dicen: "ha tenido suerte, ha salido bien de esto, no le quedarán secuelas", desde ese mismo momento el SBS entra en la Fase PclA. Se ha solucionado el conflicto (CL) y a partir de entonces la madre vuelve a tener las manos calientes, puede volver a dormir, recupera peso y tiene otra vez apetito. He aquí una evolución típica del SBS, que es casi idéntica tanto en el hombre como en el animal. Otro ejemplo puede ser el de una mujer que sorprende a su marido en la cama con su mejor amiga. La mujer desarrolla un conflicto de frustración sexual, que en el lenguaje biológico es un conflicto de "ruptura del contacto sexual", en el plano orgánico se traduce en ulceración del cuello del útero; sin embargo, ante la misma situación, no todo el mundo reacciona obligatoriamente de igual manera, ni tiene como resultado obligado el mismo conflicto. Si la mujer no amaba ya al marido y desde hacía tiempo pensaba en el divorcio no siente esta sorpresa de delito flagrante como un conflicto sexual, sino a lo sumo como un conflicto humano de falta de solidaridad con la familia. Éste sería un conflicto de peleas con la pareja y provocaría un cáncer de mama del seno derecho, si la mujer es diestra. Desde el punto de vista psíquico, el mismo suceso aconteciendo en un contexto psíquico diferente, sólo es en apariencia el mismo suceso, ya que en realidad se trata de algo totalmente diferente. El determinante no es lo que sucede, sino cómo encaja psíquicamente en el momento del Síndrome Dirk Hamer. En este caso, el mismo acontecimiento podría desencadenar un conflicto de miedo con asco y repulsión, con hipoglucemia (disminución en sangre del nivel de glucosa) si la mujer hubiera sorprendido a su marido en una escena desagradable, con una prostituta o bien, el mismo acontecimiento podría desencadenar una desvalorización, con o sin conflicto sexual, si la mujer hubiese sorprendido a su marido con una chica veinte años más joven que ella. Entonces se hubiera dicho: "evidentemente no puedo competir, yo no puedo ofrecerle eso". En tal situación, la zona del cuerpo implicada sería el sistema esquelético (la pelvis púbica), donde se produciría osteolisis, descalcificaciones como signo de la desvalorización de desempeño sexual. Es preciso saber todo esto para descubrir lo que tenía en su cabeza en el momento del Síndrome Dirk Hamer, ya que es en ese preciso instante cuando se pone a rodar el SBS. Doctor Hamer, ¿se pueden tratar ya personas a partir de la 1ra Ley? En principio sí, pero es tan solo la 1ra Ley Biológica. En total hay Cuatro Leyes Biológicas que he descubierto empíricamente, que se fundamentan en la observación de 15,000 casos parecidos y documentados hasta el momento. Si se quiere trabajar concienzudamente debería verificarse cada caso en función de las Cuatro Leyes Biológicas. Veámoslas una por una. ¿Cuál es el enunciado de la Segunda Ley Biológica descubierta por usted? La Segunda Ley Biológica es la Ley de las Dos Fases de los SBS. Antiguamente, al ignorar este contexto se habían listado a grosso modo hasta un millar de "enfermedades". La mitad eran frías, con los vasos sanguíneos de la piel contraídos, palidez y pérdida de peso. El resto eran calientes y cursaban con fiebre, dilatación de vasos sanguíneos, buen apetito pero mucho cansancio. Todas estas supuestas "enfermedades" eran consideradas como "afecciones autónomas". Hoy en día sabemos que todo esto era un error. En todos los casos se trataba tan solo de "enfermedades a medias", de forma que actualmente lo que conocemos por encima son 500 que presentan dos fases: - La primera fase es siempre la Fase Activa, de estrés, simpaticotónica. En el cerebro, los Focos de Hamer de las dos fases se sitúan en la misma posición, pudiendo incluso afirmarse que es el mismo Foco de Hamer. Durante la Fase Activa los círculos concéntricos en forma de diana aparecen claramente delimitados. En la Fase PclA estos círculos se difuminan en edemas. El viejo ciervo expulsado de su territorio por el ciervo joven está también en un estado permanente de estrés y desarrolla un conflicto biológico, un conflicto de territorio, un poco por encima de la oreja derecha. El ciervo se comporta como un condenado, sueña tan solo con recuperar su territorio. No come, no duerme y adelgaza porque se halla en un estado de continuo estrés. Sufre dolores punzantes en el corazón, angina de pecho, pequeñas úlceras en las arterias coronarias a nivel orgánico. Regresa a la normalidad una vez que consigue (justamente porque vuelve a la normalidad) expulsar al rival intruso reconquistando el territorio. A partir de ese momento entra en la Fase de Vagotonía permanente y vuelve a comer de nuevo con normalidad, se siente invadido por un gran cansancio, engorda y recalienta sus extremidades. Al final de la Fase PclA sufre un infarto coronario como Epicrisis. Si consigue superarlo puede recuperar la posesión de su territorio. En el reino animal las cosas suceden de forma similar como en el hombre. En el hombre su territorio será quizá su granja, su familia o su empleo, puesto que tiene muchos más territorios parciales. Incluso un automóvil puede ser un territorio. En el hombre no se produce infarto sintomático a menos que el conflicto haya durado entre 3 y 4 meses. Si el conflicto ha durado más de un año y si no se ha detectado su pase a la Fase Vagotónica, puede convertirse en mortal. Un escáner cerebral permite hacer un rápido diagnóstico. Resulta sorprendente que los médicos no hayan descubierto desde hace tiempo este carácter bifásico, siendo algo tan generalizado. El motivo resulta tan fácil de ver ahora como difícil lo era antiguamente: se trata simplemente de que tan solo una parte de los conflictos pueden solucionarse. Si el conflicto no puede ser solucionado, se mantiene en una única fase, el individuo permanece en su actividad conflictual. Cada vez adelgaza más y más y acaba por morir de extenuación o de caquexia. La Ley del Carácter Bifásico de los SBS vale sólo, rigurosamente hablando, en aquellos casos en que el individuo puede hallar la solución a su conflicto (CL). Doctor Hamer, ¿cuál es la 3ra de las Leyes Biológicas descubiertas por usted? La 3ra Ley es el Sistema Ontogenético de los SBS. ¿Qué significa "ontogenético"? En este contexto, el término ontogenético significa que se pueden explicar todas las "enfermedades" haciéndolas remontar a la evolución de las especies. ¿Cómo realizó este descubrimiento? Cuando descubrí el Sistema Ontogenético de los SBS llevaba ya observados un gran número de casos, más o menos 10,000. Trabajé como debería hacerlo todo científico consciente, de forma puramente empírica. Documenté sistemáticamente todos los casos; coleccioné los escaners cerebrales y los resultados histológicos, luego los reagrupé y comparé, comprobando que se desprendía de ello un resultado impactante que hasta entonces se hubiese creído imposible: ¡existe un sistema! Muchos desarrollaban durante la Fase Activa un tumor compacto, una proliferación celular. Otros, en cambio, desarrollaban algo durante la Fase Vagotónica, tras la Conflictolisis y difícilmente podía tratarse de lo mismo. Existían dos clases de proliferación celular: una en la Fase Simpaticotónica y otra en la Fase Pcl de quellos SBS que durante la Fase Activa habían cursado con reducción celular (agujeros, atrofias, úlceras). Estas presentaban proliferación celular en su Fase Pcl, con lo que empecé a comparar incansablemente estos diversos fenómenos. A fuerza de comparar, acabé por descubrir el sistema de funcionamiento. Constaté que los tumores que se formaban durante la Fase Activa por proliferación celular tenían siempre sus relés cercanos uno del otro en el cerebro, concretamente en el Tronco Cerebral y Cerebelo. Estas dos partes del cerebro constituyen en su conjunto lo que denominamos el Cerebro Antiguo. Todas las "enfermedades cancerosas" que manifestaban una proliferación celular en el transcurso de la Fase Activa tenían sus relés (el punto desde donde eran dirigidas) en el Cerebro Antiguo. Todos los supuestos tumores, que no son en el fondo más que una forma de "curar" exuberante y excedentaria, eran durante la Fase Activa del conflicto: agujeros, úlceras o atrofias, con relés cerebrales siempre localizados en el Cerebro Moderno. El descubrimiento de estas correlaciones sistemáticas marcó en 1987 el nacimiento del Sistema Ontogenético de los SBS, que tras la 1ra Ley y la Ley Bifásica, constituye la primera clasificación sistemática del conjunto de la medicina. En este contexto el término ontogenético significa que ni la localización del Foco de Hamer en el cerebro, ni los tumores o las reducciones celulares (atrofias, ulceraciones) son casualidad. Por el contrario, todo está programado de forma muy lógica e inteligente por la historia de las transformaciones ocurridas en el individuo desde la fecundación hasta su perfecta constitución: la ontogénesis. Se dice que la ontogenia es la recapitulación de la filogenia. Eso significa que la evolución de las diferentes especies hasta llegar al hombre queda resumida durante la Fase Embrional e infantil. En el desarrollo embrionario sabemos que existen tres hojas embrionarias diferentes, que se forman desde el preciso instante del desarrollo del embrión y de las que derivan todos los órganos: - La capa embrionaria interna o Endodermo. Cada célula, cada órgano del cuerpo, está ligado a una de estas hojas. Las células y los órganos que se han desarrollado a partir de la más interna (Endodermo) tienen sus relés (sus bases de control) en el Tronco Cerebral, la parte más antigua del cerebro. En caso de desarrollo de "cáncer", los órganos derivados de esta hoja embrionaria presentan tumores compactos del tipo adeno. Todas las células y órganos que se han desarrollado a partir de la hoja embrionaria externa (Ectodermo) tienen su relé de control en el Córtex Cerebral, la parte más nueva de nuestro cerebro. Todos ellos muestran reducción celular en forma de úlceras o de pérdidas funcionales a nivel orgánico, por ejemplo: una diabetes o una parálisis. Por lo que respecta a la hoja embrionaria media, distinguimos grupos más antiguos y un grupo más reciente. Las células y órganos que pertenecen al grupo más antiguo de la capa embrionaria media tienen su relé en el Cerebelo, forman parte del Cerebro Antiguo y consecuentemente desarrollarán tumores compactos en su Fase Activa, más concretamente del tipo adeno. Las células y órganos que forman parte de la capa embrionaria media más nueva tienen sus puntos de control en la Médula Cerebral y en la Fase Activa presentan reducción celular en forma de atrofia. Por ejemplo: las caries dentales, agujeros en el bazo, riñones u ovarios, que se denominan respectivamente: osteolisis ósea, atrofia del bazo, riñones u ovarios. Todo esto muestra que el "cáncer" no es el hecho absurdo de unas células que proliferan al azar, sino un fenómeno completamente comprensible y ya previsible, que sigue unas directrices muy precisas según sus datos ontogenéticos. Si he comprendido bien, no todas las proliferaciones celulares son idénticas. Para tener una visión de conjunto más clara, ¿podría usted ejemplarizarnos estos diversos crecimientos? Sí y ésta es la verdadera razón de que hasta ahora no se haya podido encontrar todavía una explicación sistemática a la génesis del "cáncer": sencillamente se desconocía su sistema de funcionamiento. Según las concepciones de la medicina oficial, a la que se denomina medicina académica, pero que yo he rebautizado como medicina de escolares, se realizaban clasificaciones que no tenían absolutamente nada de sistemáticas. Se diagnosticaba un "cáncer" cuando unas células manifestaban un crecimiento excesivo; sin embargo, tal como podemos ver actualmente, las células pueden presentar un crecimiento excesivo durante el transcurso de fases completamente diferentes. Vemos así que hay células que pueden proliferar durante la Fase Activa y células que pueden manifestar un crecimiento excesivo durante el transcurso de la Fase PclA. Tomemos, por ejemplo, un conflicto de indigestión, del cual hasta el momento había ya tragado una parte pero que no puede digerir por completo. Compró una casa y de repente se da cuenta de que el contrato de compra no es válido, que se ha dejado engañar y que pierde la casa. Puede, por ejemplo, desarrollar un adenocarcinoma de estómago, una enorme proliferación celular con crecimiento en forma de coliflor durante el transcurso de la Fase Activa y su FH correspondiente está localizado en el Cerebro Antiguo, al lado derecho del Tronco Cerebral. Otro ejemplo lo tenemos con un conflicto de agua u otro líquido: un joven que está nadando en el Mediterráneo, está exhausto y va a ahogarse, pero en el último segundo es salvado y reanimado. A partir de ese momento sueña durante meses que se ahoga y decide firmemente no volver a meterse en el agua. Durante este tiempo desarrolla una atrofia del parénquima renal, en el tejido esponjoso del riñón, hasta que finalmente todo el tejido renal queda agotado y el riñón queda fuera de funcionamiento. Años más tarde el conflicto se resuelve finalmente, porque la hija pequeña deseaba patalear en el agua y decide por primera vez ir a pasar sus vacaciones en el mar. Durante la Fase Pcl se forma un grueso quiste renal o proliferación celular que se solidifica y endurece por medio de una especie de tejido conjuntivo y cuya finalidad es la de reconvertirse en tejido renal y eliminar la orina. En general nos llegamos a preguntar: ¿cuál era el origen, la finalidad y razón de ser de los tumores? o quizá incluso: ¿cuál es su sentido actual? Los tumores no estaban desprovistos de significado, de finalidad, sino que por el contrario eran algo muy juicioso. Tomemos, por ejemplo, el bocado que ya está en el estómago y que por tanto se ha tragado, pero que no puede ser digerido porque es demasiado grande. Para solucionar esta situación el organismo desarrolla una enorme tumor; pero este tumor no es algo absurdo, insensato, se trata de células digestivas, células intestinales que producen enormes cantidades de jugo digestivo y que convierten al bocado tragado en algo digerible, de manera que en el reino animal este trozo pueda ser digerido y proseguir su curso. De igual manera hemos visto que en el origen de los quistes existía la finalidad de construir de nuevo un gran trozo de riñón, capaz de eliminar la orina. He aquí el significado de los diversos tumores de crecimiento celular que antiguamente no éramos capaces de discernir, pero que en la actualidad podemos ya diferenciar y especificar en su triple plano: psíquico, cerebral y orgánico. Todas estas correlaciones se resumen en el Sistema Ontogenético de los SBS, ya que todas las "enfermedades" que conocemos en medicina se desarrollan de conformidad a estas Cuatro Leyes Biológicas, responden a ellas punto por punto y verifican notablemente el Sistema Ontogenético. A nivel psíquico y cerebral, todos los síntomas en una misma fase son idénticos, sólo se diferencian a nivel del órgano. En este nivel cada órgano con relé de control en el Cerebro Antiguo provoca proliferación celular en la Fase Activa, mientras que los órganos dirigidos por el Neoencéfalo presentan en su Fase Activa: agujeros, atrofias, úlceras, reducciones funcionales. Durante la Fase Pcl todo ocurre a la inversa: los órganos dirigidos por el Cerebro Antiguo reducen sus tumores con la ayuda de microbios especializados, en tanto que durante esa misma Fase Pcl los agujeros y úlceras de los órganos gobernados por el Neoencéfalo son rellenados de nuevo con ayuda de bacterias, acrecentándose el volumen de la zona afectada por medio de una tumefacción. ¡He aquí la Cuarta Ley! En efecto, el Sistema Ontogenético de los Microbios. En este contexto se oye hablar mucho del sistema inmunitario. Díganos Doctor Hamer, ¿cuál es el papel que juegan los microbios en su sistema? Hasta ahora concebíamos sólo a los microbios bajo la óptica de las "enfermedades infecciosas", de las cuales se les hacía responsables. Pues bien, eso no es cierto, de la misma manera que el sistema inmunitario global no es más que un espejismo, construido a base de hipótesis. En las "enfermedades" consideradas como "infecciosas" habíamos olvidado o negligido su primera fase. Es únicamente una vez que se ha resuelto el conflicto cuando los microbios pueden entrar en acción; por supuesto, están activados y dirigidos por nuestro cerebro. Lejos de ser nuestros enemigos, son auxiliares en el sentido de que se llevan los escombros de las secuelas una vez que el tumor, tras haber cumplido su misión, deja de ser útil o bien son las bacterias que ayudan rellenando agujeros y reparando los desperfectos ocasionados por las atrofias y las ulceraciones del otro grupo, gobernados por el Neoencéfalo. Son de principio a fin, nuestros fieles ayudantes, nuestros trabajadores despreciados. La idea que se tenía del sistema inmunitario, de un ejército luchando contra la invasión de los villanos microbios, es absolutamente falsa. En este contexto nos viene al pensamiento la tuberculosis, concretamente la pulmonar. ¿Qué era lo que tenían las personas que hace apenas medio siglo hacían curas para su tuberculosis pulmonar? Dejando aparte la tuberculosis pleural, limitándonos a la tuberculosis pulmonar propiamente dicha, podemos afirmar que ésta es de hecho la Fase Pcl tras un tumor preliminar de nódulos redondos en el pulmón, que tiene siempre como conflicto el miedo a morir y está gobernado por el Tronco Cerebral. En consecuencia, durante la Fase Activa aumenta de tamaño, en tanto que durante la Fase Pcl se reduce gracias a las micobacterias (tuberculosis) en la medida en la que éstas se encuentran presentes, caseificadas y expectoradas a menudo en esputos sangrientos y dejando tras de sí cavernas que aportan al pulmón una capacidad respiratoria sensiblemente superior a la que tenía anteriormente. Por ello mismo, si durante la Fase Pcl faltan las micobacterias de la tuberculosis, los nódulos permanecen. Hoy en día todavía tenemos la posibilidad de ver a menudo, tras varios decenios, esas viejas manchas redondas en el pulmón, sin capacidad ya de crecimiento, pero que no han sido desactivadas. En su lugar, en los tiempos en que las micobacterias de la tuberculosis estaban omnipresentes, veíamos cavernas vacías. Doctor Hamer, ahora podríamos enfocar la terapia práctica de los conflictos. ¿Es, en principio, una terapia que se desarrolle por la vía del diálogo? Únicamente hablando, no. No tenemos necesidad de esta terapia de diálogo tal y como antiguamente era utilizada por la psicoterapia, en la que se debía hablar conjuntamente de no importa qué problema. Se debe hablar, pero lo mejor es remitirnos de nuevo al reino animal. El animal no puede sobrevivir, no puede resolver su conflicto, si no es con una solución real. El ciervo, por ejemplo, sólo sobrevivirá si reconquista su territorio. La madre, a quién el predador arrebata el hijo, sólo sobrevivirá si ella le obliga a soltar a su cachorro, persiguiéndole o bien (eso es algo que la naturaleza ha previsto) si la madre vuelve rápidamente a quedar preñada. Entonces el conflicto queda realmente resuelto. A decir verdad, así es como deberíamos proceder también nosotros en nuestras relaciones humanas, intentando encontrar desde el principio una solución real, resolviéndolo en forma práctica. El ciervo necesita recuperar su territorio o bien conquistar otro. La solución práctica es la mejor y más duradera: es la solución definitiva. Sólo cuando esta solución se muestra impracticable podemos intentar una terapéutica a través del diálogo, para tener una solución de recambio como vía de salida, como escapatoria. Aquí es preciso que puntualicemos también que la terapia aplicada hasta ahora en todas las dificultades psíquicas ha sido la de calmar, desconectar, tomar tranquilizantes, siendo lo más importante calmarse. En realidad, si la naturaleza ha programado un estrés no es sin razón, puesto que es sólo bajo estrés que el individuo puede resolver el conflicto. Para encontrar una solución real, lejos de suprimir el estrés, es necesario por el contrario acentuarlo todavía más para poner al individuo en disposición de resolverlo. Si se administrasen tranquilizantes al ciervo, jamás podría recuperar su territorio, ya que su actividad quedaría paralizada. Se puede ver que en Psiquiatría, administrando tranquilizantes (productos químicos) para calmar, lo único que se consigue es cultivar enfermedades crónicas, ya que, privados de sus propios medios naturales para resolver conflictos, no les queda "viento en las velas". De esta manera estos infelices no podrán jamas resolver sus problemas y a menudo quedan condenados a pasar su vida entera tras los barrotes de la Psiquiatría. Doctor Hamer, ¿cómo concebir, de forma concreta, una terapéutica basada en las Cuatro Leyes Biológicas descubiertas por usted? Debemos asimilar que se tienen esos tres niveles imaginarios: el plano psíquico, el cerebral y el orgánico, aunque el conjunto de los tres constituye un único organismo. La terapia debe desarrollarse a esos tres niveles imaginarios o extenderse a ellos. Debemos verificar si la persona es diestra o zurda, a fin de averiguar cuál es su hemisferio cerebral predominante y del cual se sirve fundamentalmente. Además, es importante constatar su situación hormonal actual, precisar si, por ejemplo, se encuentra en fase de madurez sexual, si está encinta o si toma la píldora (que bloquea la producción hormonal). Lo mismo es aplicable, con los oportunos cambios, al hombre. Debido a modificaciones hormonales, puede que la predominancia hemisférica cambie de lado, puesto que una mujer que toma la píldora reacciona normalmente con un conflicto de territorio masculino si su pareja la deja o abandona el hogar. No basta con encontrar el conflicto en el plano psíquico, debemos también poder localizarlo con exactitud en el cerebro, en función de la fase conflictual que encontremos en el momento de la anamnesis y examen. Es preciso que este conflicto se corresponda siempre sin ambigüedad con el Foco de Hamer cerebral. A cada localización determinada en el cerebro le corresponde siempre una relación orgánica determinada en el cuerpo y viceversa. Para cada conflicto existen múltiples posibles soluciones, muchas de ellas están ya programadas por la naturaleza. Por ejemplo, antiguamente los depredadores devoraban muchos corderos. La ovejas solucionaban el conflicto quedando preñadas lo más rápidamente posible y trayendo al mundo nuevos corderos. En los humanos, de forma general, todo tipo de conflicto se detiene al tercer mes de gestación y ya no se puede seguir desarrollando la afectación orgánica porque el embarazo tiene prioridad absoluta. En el plano cerebral, la mayoría de las complicaciones aparecen durante la Fase Pcl, cuando aparece el edema cerebral local presentándose hipertensión craneal (intracraneal), siendo preciso vigilar que no entre en coma. Durante esta fase, en los casos más leves: café, té, azúcar de uva (glucosa), vitamina C, Coca Cola y una bolsita de hielo en la cabeza resultan (como en la antigüedad) más que suficientes. En los casos graves, como regla general, conviene recordar lo siguiente: - Absorber poco líquido. En el plano orgánico la única terapia que se contemplaba hasta ahora era la de suprimir el tumor (o lo que se creía un tumor), sin intentar averiguar si éste se había desarrollado durante la Fase Activa o bien si se trataba de una proliferación desarrollada en el transcurso de la Fase Pcl. Se extirpaban indiferentemente uno y otro. Este nivel orgánico se nos presenta hoy en día bajo una perspectiva completamente diferente. Cuando el conflicto ha quedado resuelto, el tumor no debe ser operado ni eliminado, salvo en rarísimos y excepcionales casos. Los "tumores" de proliferación en la Fase Pcl (que es la forma correcta de definirlos) raramente tienen necesidad de ser operados. Tan solo en aquellos casos en los que ocasionan una importante molestia mecánica o limitan los movimientos, como sucede, por ejemplo, con un gran quiste renal o un gran bazo como consecuencia, en PclA de una atrofia preliminar. La atrofia del bazo se presenta en el substrato orgánico en un conflicto de sangrado y herida, con caída de trombocitos en la Fase Activa y como esplenomegalia (aumento del volumen del bazo) en la 2da Fase. Es preciso un replanteo total y un cuestionarse en cada ocasión acerca de lo que debe hacerse, lo que es prudente o no hacer. Si le dejamos a la persona la elección de si quiere o no operarse de un pequeño tumor intestinal, sabiendo que el conflicto que lo ha generado está ya definitivamente resuelto y que en consecuencia este tumor, según un grado de probabilidades rayando la certeza, no va a proseguir su desarrollo, resulta evidente que en un 99,9% de los casos responderá: "doctor, dejemos el tumor tal como está. No me molesta y no volverá a molestarme en los 30 - 40 años que me quedan todavía de vida". Doctor Hamer, ¿podría usted explicarnos por qué esta 1ra Ley la denominó Ley de Hierro? Porque al igual que el hierro es inalterable. Es una ley biológica de la misma manera que es ley biológica el que un niño tenga siempre un padre y una madre, ya que se precisa la participación de los dos para engendrar un nuevo ser. Es así como tenemos Cuatro Leyes Biológicas que son casi de hierro. La segunda es la Ley de las Dos Fases. La tercera es el Sistema Ontogenético de los SBS. La cuarta es el Sistema Ontogenéticamente condicionado de los Microbios. Todas estas leyes son de hierro en el sentido estrictamente científico del término, reproducibles, controladas y verificadas desde el primer caso que se nos presente. Decir que se tiene una ley biológica quiere decir simplemente que se tiene una regla que enuncia cómo y según qué ley algo tiene lugar. No detalla lo que se ha programado. Es según estas mismas reglas matemáticas como se calcula el debe y el haber. Lo que es determinante es lo que el organismo tiene programado. Si ha programado la solución del conflicto, si el conflicto se resuelve, entonces la terapia se desarrolla casi automáticamente. Si no puede programar la solución del conflicto y éste permanece sin resolver, entonces y en virtud de estas mismas leyes, el individuo muere. He aquí por qué estas leyes se denominan Leyes de Hierro Biológicas. Doctor Hamer, ¿qué papel juega en este contexto el factor tiempo, en particular en lo que respecta a las complicaciones a las que se deberá hacer frente durante la Fase Pcl? Normalmente, es un hecho que en el 90% de los casos no se presentan complicaciones notables en la Fase Pcl, queda el 10% restante. En los casos en los que el conflicto ha durado más tiempo o la intensidad ha sido considerable (o ambas cosas a la vez) se presenta una masa importante de conflicto, que una vez solucionado puede crear complicaciones en forma de edemas cerebrales, sobre todo en la Epicrisis. Debemos conocer estas complicaciones, que por otro lado, no son temibles más que en un 10% de los casos, en los que llegado el momento pueden conducir a la muerte. Lo más importante es, sin embargo, que a pesar de todas estas complicaciones se tenga hoy en día un nuevo enfoque del proceso biológico. Gracias a este conocimiento global, no se cae en un estado de pánico, que puede generar nuevos choques conflictuales. ¿Qué sucede en los animales? En el reino animal prácticamente no se ven nunca aparecer las supuestas metástasis. Un profesor austríaco de Klagenfurt ha encontrado una original fórmula que explica este fenómeno: "Hamer nos toma a todos por imbéciles. Dice que los animales tienen suerte porque no comprenden la voz de los médicos, lo que explica que no desarrollen metástasis." Según usted, ¿las metástasis no existen? Sin ningún tipo de rodeo le contesto que NO. Lo que los ignorantes académicos tomaban como metástasis son nuevos SBS desencadenados por nuevos conflictos biológicos completamente iatrogénicos, provocados por diagnósticos y pronósticos médicos. Esta fábula de las metástasis se fundamentaba en hipótesis sin pruebas e indemostrables. Ningún investigador ha podido todavía encontrar una sola célula cancerosa en la sangre arterial de alguien con cáncer; es ahí donde deberían ser localizadas, si es que se dirigen a nado hacia la periferia, hacia las regiones exteriores del cuerpo. Es sobre esta fábula, completamente hipotética, en que se basa la tesis de que las células cancerosas durante su migración (todavía no observada nunca a través de la sangre) se habrían incluso metamorfoseado durante el camino, con lo que por ejemplo, una célula cancerosa del intestino (que en el interior del intestino produce un tumor compacto en forma de coliflor) de repente empezaría a emigrar hacia los huesos donde será capaz de metamorfosearse en atrofia. Se trata de una hipótesis aberrante digna de un dogmatismo medieval. El sistema ontogenético demuestra de forma definitiva que es imposible que una célula gobernada por el Cerebro Antiguo, que desarrolla tumores compactos, pueda dejar de repente los puntos cerebrales que la gobiernan, se relacione con el Neoencéfalo y fabrique una atrofia. Se puede admitir que casi el 80% de los segundos y terceros "cánceres" han sido provocados por la maquinaria insensata de ignorantes que se hallan todavía en el estadio de escolares de la medicina. Doctor Hamer, ¿qué papel juegan las sustancias denominadas "cancerígenas"? ¿Una nutrición sana puede detener o retardar el cáncer? No existen sustancias cancerígenas. Se han realizado innumerables experimentos de vivisección en animales y, sin embargo, todavía no se ha podido demostrar realmente que se haya encontrado una sustancia cancerígena. Desde luego, las pruebas que se han realizado han sido completamente idiotas, ya que durante un año se ha estado inyectando en las narices de ratas unas dosis concentradas de formaldehído, que estas pobres bestias evitan normalmente como veneno virulento, realizando grandes rodeos. Al final las ratas han desarrollado un cáncer de la mucosa nasal. De hecho, el cáncer no fue debido al aldehido fórmico o formol, sino que dado que estas pobres ratas tienen horror a este producto, que es su bestia negra, han desarrollado un conflicto de mucosa nasal, por tanto un Síndrome Dirk Hamer, un conflicto biológico de no querer oler, podríamos decir. Además, se sabe que no es posible producir cánceres en órganos cuyas conexiones nerviosas con el cerebro han sido cortadas. No obstante esto, se han llevado a cabo investigaciones sobre casi 1,500 sustancias pretendidamente cancerígenas, que deben tan solo su etiqueta de producto cancerígeno a la reglamentación insensata impuesta por la vivisección. Con ello no quiero decir que todas estas sustancias resulten inofensivas para nosotros, únicamente que no producen cáncer o por lo menos, que no lo producen sin la intervención del cerebro. En efecto, hasta ahora era admitido que el cáncer era resultado de células orgánicas que se disparaban por azar. Todas estas elucubraciones relativas al papel cancerígeno del tabaco, al poder cancerígeno de la anilina o de otros productos, son tan solo puras hipótesis que no han sido jamás probadas y que resultan indemostrables. Por el contrario, se ha observado que los 6,000 hamsters expuestos al humo de cigarrillo habían vivido una media de tiempo superior que sus 6,000 congéneres que durante 6 años no habían sido ahumados. El hecho que les pasó por alto fue que los goldhamsters no tienen en absoluto miedo al humo, por la simple razón de que viven bajo tierra. He aquí porqué en su cerebro no tienen registrado ese código, esa señal de alarma contra el humo. En los ratones domésticos sucede todo lo contrario, a la menor emanación de humo les entra un terrible pánico y huyen. Cuando en la Edad Media se veía una multitud de ratones huyendo de una casa, se podía estar seguro de que en uno u otro rincón había fuego. Por tanto, a un cierto número de estos ratones se les puede provocar cáncer, en forma de manchas redondas en el pulmón, lo que se corresponde con un conflicto de miedo a la muerte. Bastan estos dos ejemplos para explicar y hacer comprender que todas las experiencias que actualmente se llevan a cabo en animales no son más que crueldad absurda hacia éstos, dado que en todas ellas se presume que el alma del animal no existe. Resumiendo, no hay ninguna prueba de que existan sustancias cancerígenas que actúen sobre un órgano, sin que medie la intervención del cerebro. ¿En cuanto a los efectos radioactivos? La exposición a radioactividad, como la liberada en el accidente nuclear de Chernobil, destruye indiscriminadamente las células del cuerpo, siendo las más perjudicadas las células germinativas (los gametos) y las células óseas, ya que son estas células las que la naturaleza ha dotado de una tasa de división más elevada. Cuando la médula ósea (donde se fabrica la sangre) queda perjudicada y empieza su reparación, asistimos a una leucemia, que en principio es la misma leucemia que se presenta durante la Fase PclA consecutiva a un cáncer óseo desencadenado por una desvalorización. Por tanto, rigurosamente hablando, debemos decir que los síntomas sanguíneos de la leucemia son no específicos, que no se manifiestan únicamente en el cáncer, sino en toda reparación de la médula ósea. El hecho de que apenas existan leucémicos sobrevivientes se debe únicamente a la ignorancia de la medicina de escolares, cuyo tratamiento con quimio y radioterapia destruye lo que todavía quedaba de la médula ósea, se hace justo lo contrario de lo que debería haberse hecho. En conclusión, la radioactividad es perniciosa, destruye las células, pero no provoca cáncer, porque éste puede sólo desencadenarse a partir del cerebro. ¿La alimentación sana? Pensar que la alimentación sana puede impedir el cáncer es también algo absurdo. Naturalmente, un individuo (hombre o animal) que lleva una alimentación sana está menos sujeto o receptivo a todo tipo de conflictos, de la misma manera que resulta evidente que un rico desarrolla diez veces menos cánceres que un pobre, porque se consiguen resolver mayor cantidad de conflictos con una cartera bien repleta. Por igual motivo, un animal fuerte y robusto pilla menos cánceres que un animal enfermo y viejo. Es algo innegable que está en la naturaleza de las cosas, lo cual no quiere decir que la vejez sea carcinógena. Lo que le sucede al animal de más edad es que, simplemente, es más débil. El ciervo viejo es menos fuerte y por tanto es expulsado fácilmente de su territorio por un ciervo más joven que rebose fuerza. Doctor Hamer, en la medicina tradicional el dolor es considerado como un signo negativo. ¿Qué papel juega el dolor? Pues sí, los dolores son un capítulo particularmente difícil. Existen diferentes calidades de dolor. Hay dolores en la Fase Activa, tales como la angina de pecho o la úlcera de estómago. Existe otro grupo: los dolores en el curso de la Fase PclA, que vienen provocados por inflamaciones, tumefacciones, edemas o incluso por cicatrizaciones. Los dolores de la Fase Activa, tales como los de la angina de pecho, desaparecen inmediatamente que se ha resuelto el conflicto. Por el contrario, los dolores de la Fase Pcl, que en principio son algo positivo, no pueden ser eficazmente combatidos a menos que se comprendan las relaciones de causa y efecto, preparándose y adaptándose a ellos como a un trabajo realmente importante que se debe realizar. Naturalmente, existen formas de atenuar los dolores, ya sea por medicamentos o por algicidas de uso externo. Tanto en el hombre como en el animal, los dolores tienen fundamentalmente un sentido biológico: el de inmovilizar el organismo por completo y el órgano, de manera que la Fase Pcl pueda realizarse de forma óptima. Así es como sucede en la reparación del cáncer de hueso. La extensión del periostio (la membrana conjuntiva que recubre el hueso) provoca fuertes dolores durante la Fase PclA o bien, por ejemplo, la tensión de la cápsula del hígado, que resulta dolorosa durante el hinchamiento del hígado en la 2da Fase de hepatitis. Debe también mencionarse el dolor cicatricial en el transcurso de la Fase Pcl tardía, por ejemplo, durante el espesamiento del derrame pleural tras un tumor de pleura o bien el espesamiento de las ascitis, que constituye la Fase Pcl de un tumor del peritoneo. Lo terrible es que en la medicina actual todos los que tienen cáncer y dolores, aunque sean ligeros, reciben inmediatamente morfina o sus derivados. Incluso una sola inyección puede resultar mortal, puesto que modifica aterradoramente la oscilación global del cerebro y desmoraliza por completo. A partir de ese momento también queda paralizado el intestino y no puede ya asimilar los alimentos. La persona está a punto de que la maten cuando ya se encontraba en la Fase Pcl, que tan sólo con que se dejara a la naturaleza seguir su curso recuperaría la salud en el espacio de algunas semanas. Decirle a un preso que se le va a ejecutar en dos semanas despierta una gran oleada de compasión, aunque sea uno de los peores criminales, pero si se le dice a alguien que se le va a ejecutar a través de inyecciones de morfina y que durará quince días, seguro que prefiere soportar los dolores antes que dejarse matar. Cuando se considera de forma retrospectiva el tiempo relativamente corto que han durado los dolores, se agradece que se haya evitado la muerte por Morfina, a la cual se habría sucumbido con toda seguridad en la Fase Pcl, al cabo de dos o tres semanas de recibir Morfina, Fortral, Valoron o Temgesic. ¿Pero es que acaso los médicos no saben esto?, se preguntan incrédulos. ¡Claro que lo saben los médicos! Se acorazan tras el punto de vista, dogmático y confortable, de que el dolor es el principio del fin y de que de todas maneras ya no se puede hacer nada. Empecemos por abreviar el proceso. La "curación" natural queda simplemente ignorada por razones dogmáticas a fin de que el tumor continúe siendo... una "enfermedad" de la que se muere obligatoriamente y a través de la cual se continúa siendo manipulable. ¿Cómo resumiría lo esencial de las Leyes Biológicas, lo más importante, su eje central? Representa un giro total de la medicina de hipótesis practicada hasta ahora. A la medicina de escolares le hacen falta entre 500 y 1,000 hipótesis y algunos millares de hipótesis suplementarias para que, a excepción de un batiburrillo de hechos disparatados, no sepa nada en absoluto y no haga más que trabajar basándose en estadísticas. Por primera vez se sabe en función de qué Leyes Biológicas se desarrollan todas las llamadas "enfermedades". Ya sabemos que en el fondo no son "enfermedades" reales, sino que estas fases son necesarias, que están ahí para ayudar a resolver un conflicto que teníamos en el marco de la naturaleza y que en el fondo, es para nosotros algo bueno. Es la primera vez que nos es posible tener realmente una visión sinóptica, en conjunto. A nivel psíquico, en el plano cerebral y en el plano orgánico, en función de las Cuatro Leyes Biológicas. Por primera vez en mucho tiempo la medicina vuelve a ser un arte para el médico que tenga buen sentido y manos cálidas. No se puede ya detener a las Leyes Biológicas, ni tampoco la nueva manera de pensar que emerge de ellas, el fin de la peor forma de esclavitud existente: la total alienación de sí mismo. El miedo resultante de la pérdida de confianza natural en nosotros mismos y en nuestro cuerpo; el abandono de la escucha instintiva de nuestro organismo, van perdiendo pie y empiezan a tambalearse. Comprendiendo las relaciones de causa y efecto entre el psiquismo y el cuerpo, se capta también el mecanismo del miedo, el pánico irracional desencadenado por el pronóstico de los peligros (supuestamente inevitables), que a partir de ahora sólo son inevitables y mortales en la medida que la persona se lo crea y tenga miedo. Se acaba también el inmenso poder de los médicos, engendrado por el miedo del pretendido mecanismo autodestructor del cáncer, por el temor del supuesto crecimiento incontrolado de las metástasis que consumen la vida. La responsabilidad que los médicos nunca han asumido ni han podido asumir. Las Leyes Biológicas sólo pueden significar la auténtica libertad para aquel que las ha comprendido realmente. Para finalizar, doctor Hamer, ¿puede explicarnos qué significa el título original de su libro Vermächtnis Einer Neuer Medizin? Considero que este descubrimiento es el legado de mi hijo Dirk, cuya muerte originó mi cáncer testicular. Yo administro este legado para transmitirlo fiel y concienzudamente a todos, de forma que con ayuda de las Leyes Biológicas queden capacitados para comprender su "enfermedad" y que habiéndola comprendido, la puedan vencer recobrando así la salud. Traducido de la publicación "Interviu au Dr. Hamer".
Nota del Dr. Hamer del año 2010 sobre esta entrevista realizada en 1989: Para leer la siguiente entrevista con el Profesor Dr. Pfitzer es necesario saber un par de cosas: la presente entrevista tuvo lugar en 1989. El Sr. Profesor Pfitzer es médico (patólogo y citopatólogo) y al mismo tiempo promueve la biología, es científico. Le pedí que hiciera una verificación científica de las 5 Leyes Biológicas. Debido a que él mismo es investigador científico, conocía bien las prácticas científicas que piden: experimento, ¡en este caso la reproducción de un caso similar! Durante tres años las disputas iban y venían, sin embargo, en mayo de 1992 el Profesor Stemmann en representación del decano Profesor Pfitzer pudo llevar a cabo esta verificación médica científica en presencia de muchos médicos en 24 personas. La mayoría de ellos tenía el diagnóstico de “cáncer” y la mayoría tenía “varios cánceres” (metástasis). A través de la Tabla se postulan muchos factores como ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿dónde? y ¿de qué manera? el conflicto se desarrolla, la clase de SBS, la localización cerebral y los parámetros que son necesarios para determinar esto. Así es como podemos sacar hasta 100 hechos de un solo SBS y donde se ve que el transcurso consta de dos fases. Algo como esto nunca se ha dado en la medicina convencional con sus 5,000 hipótesis. Invitamos al Profesor Paul Pfitzer para que asistieran a la conferencia de verificación la mayor cantidad de profesores posibles con el fin que no quedara la menor duda después, pero no hubo ninguna. Cuando la conferencia de verificación terminó exitosamente, recibí una carta del Profesor Pfitzer donde me indicaba que debía enviar esta historia clínica de las 24 personas con todos los datos clínicos a la facultad de medicina de Düsseldorf. Esta era una trampa. En una prueba científica correcta, así como en un proceso jurídico verdadero, sólo cuenta lo que se muestra, se dice y se prueba. Por pedido de los involucrados no se permitieron los videos ni micrófonos. En realidad, no pude probar nada de lo que el gremio de prueba preguntó o lo que las personas respondieron. Los profesores, que no tenían idea de las Leyes Biológicas y que no estuvieron durante la verificación, querían tratar de dudosas las pruebas de los casos, pero lo peor de todo fue que: el jurado esperaba “casos” de los que el Dr. Hamer sólo había “hablado”. Cinco años después, debido a que discutí con tres profesores/médicos, fui encerrado durante un año y medio. Además, por cada uno de los 24 involucrados me sentenciaron a medio año de prisión por “hablar sin pruebas”. En total fueron 12 años. Las más afectadas son las pobres personas y esto constituye la peor estafa y el peor crimen o asesinato en masa de toda la historia de la humanidad. En aquel entonces, especialmente el Profesor Pfitzer, ya lo sabía bastante bien. Entrevista mantenida en Düsseldorf el 13 de julio de 1989Entrevista al Decano de la Facultad de Medicina de Düsseldorf: Profesor Dr. P. Pfitzer. Discusión científica entre el profesor P. Pfitzer, médico, biólogo y uno de los más eminentes especialistas de Alemania en Citopatología e Histopatología, Decano de la Facultad de Medicina de Düsseldorf y el Dr. Ryke Geerd Hamer, sobre el Sistema Ontogénico de los SBS y sobre el Sistema Ontogenético de los microbios. Tema: El Sistema Ontogenético de los SBS. Profesor Pfitzer, en su calidad de citopatólogo y de Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Düsseldorf, ha aceptado usted gentilmente discutir sobre el Sistema Ontogenético de los SBS. En el marco de la patología, usted es un especialista en Histopatología y Citopatología (patologías del tejido y de la célula). Creo que también es usted biólogo. Sí, biólogo y médico.
El sistema ontogenético de los tumores establece especialmente que siempre se encuentra el mismo tipo histológico de tejido en los mismos órganos del cuerpo humano y del cuerpo animal. ¿Es eso exacto? En principio sí; aparte, naturalmente, de algunas raras excepciones como las distopsias tisulares de trazas embrionarias perdidas (endometriosis). Aparte de esto, es exacto.
Señor profesor: el Sistema Ontogenético de los SBS establece también y sobre este punto están ya de acuerdo gran parte de sus colegas, que en el caso de un tumor con localización X en un órgano corporal, se encuentran siempre igualmente las mismas estructuras histológicas, muy específicas del tumor. Así, por ejemplo, en el tracto gastrointestinal se encuentra siempre la estructura histológica del carcinoma adenomatoso en coliflor, en proliferación celular. Tal es también el caso de las amígdalas y de los alvéolos pulmonares, que ontogenéticamente se relacionan ambas con el tracto gastrointestinal o del cuerpo del útero (mucosa decidual) donde el tumor presenta siempre la estructura histológica de un carcinoma adenomatoso. Por el contrario, en la mucosa bucal, en el orificio del útero o en la vagina, la mucosa de los bronquios o la mucosa vesical, la estructura histológica siempre es la de un carcinoma ulcerativo con epitelio pavimentoso. ¿Es usted de esa opinión? Normalmente siempre es así, exceptuando el sistema bronquial.
Ya que es así, ¿cómo es posible que otros médicos nunca se hayan preguntado, ni les haya venido la idea, de que la Histología debía tener correlación con la topografía orgánica y que ésta a su vez, no debía ser ajena a la ontogenia del hombre y de los animales? ¿Cómo es posible que nadie se haya dado cuenta todavía? ¿No será que hemos concentrado toda nuestra atención en el detalle en lugar de interesarnos en el conjunto de los fenómenos del organismo, de manera que se nos ha escapado lo esencial? Es evidente, nunca hemos estado tan especializados como lo estamos hoy en día y ¿quién de entre nosotros puede alardear de poseer una visión panorámica que englobe las disciplinas teóricas, los datos clínicos y el contexto individual, en la cabecera de la cama del enfermo? Normalmente, el patólogo sólo ve a la persona cuando ha muerto. El histopatólogo ve los tejidos con anterioridad, pero existe también una gran tradición de clasificaciones sistemáticas solapadas en patología (WHO y AFIP). Siempre ha existido el esfuerzo por no perder de vista el conjunto y mantener una correlación entre la visión patológica y la clínica, pero es preciso reconocer, sin embargo, que a nadie se le ha ocurrido la idea de un Sistema Ontogenético.
Como usted sabe, el Sistema Ontogenético de los SBS establece que a localizaciones orgánicas idénticas en el cuerpo humano corresponden, normalmente, las mismas estructuras histológicas en la célula, que en el caso de un tumor se encuentra siempre efectivamente la misma estructura histológica de la célula. Este sistema establece igualmente que todas las estructuras histológicas idénticas de las células son gobernadas también por la misma zona cerebral. Por ejemplo: el puente del Tronco Cerebral es quien gobierna todo el epitelio cilíndrico del intestino y en caso de tumor, el carcinoma adenomatoso. Por otro lado, todas las regiones corporales que presentan la misma estructura histológica, cuyos centros de control cerebral son vecinos, corresponden a conflictos biológicos estrechamente emparentados. Puede que sea así, todo esto no me parece muy lógico. Por lo que a mí respecta como patólogo, sería preferible que pudiera aportarse la prueba de ello. Que un neuropatólogo examinase cada vez al microscopio el lugar del cerebro y la localización en el escáner cerebral que fuesen típicos de la naturaleza específica de cada cáncer.
En esto hay una dificultad, señor profesor: en el curso de la Fase Activa, la localización X sobre la carta topográfica cerebral, que es la responsable de un cáncer periférico, es perfectamente reconocible por su configuración típica en forma de diana, pero si se procede a la escisión de esta área cerebral, el neuro-histopatólogo no verá nada. Por el contrario durante la Fase vagotónica, se puede discernir muy claramente la modificación acaecida en el lugar X, que mis detractores denominan Foco de Hamer, un edema intra y perifocal o incluso, un ensillaje de neuroglías. En estos casos, tanto los neuroradiólogos como los neurocirujanos hablan inmediatamente de tumor cerebral (si sólo han encontrado éste) o de metástasis cerebral, si han encontrado con anterioridad algún otro cáncer en cualquier otro punto del cuerpo. Bueno, lo admito, pero un estudio en el campo neuro-histopatológico se puede limitar a los casos que, según su definición, se encuentren ya en la Fase Vagotónica.
Ese es justamente el caso de los presuntos tumores cerebrales o de las falsas metástasis cerebrales, que cuando son detectados es porque están ya en esa Fase Vagotónica, si no, no tendrían edemas ni neuroglías. Señor Hamer, sus puntos de vista, sus ideas, son muy valientes y ahora comprendo lo que pretende decir, pero dígame, ¿no podría también ser el núcleo celular el responsable de la codificación errónea de la célula? ¿Ha de ser por fuerza el cerebro?
Sin duda conoce usted la siguiente anécdota: la señora Müller, dirigiéndose a su vecina por encima de la cerca del jardín, le revela de buena fuente que la corriente que alimenta a toda la población proviene de la central eléctrica. Puede ser, responde la señora Meyer, pero nuestra corriente viene de nuestro contador, de eso estoy segura. No me cabe duda alguna de que cada célula está gobernada por su núcleo celular, por su mini-cerebro, sin embargo, la cuestión es: ¿quién sino nuestro ordenador gigante, el cerebro, está capacitado para dirigir de manera coordinada a los núcleos celulares? Pues bien, sí señor Hamer, con su Sistema Ontogenético, usted le da verdaderamente un significado con orden y concierto a toda la medicina.
¡Me parece que ya era hora! En efecto, si el Sistema Ontogenético puede considerarse exacto sobre el plan histocitológico, siendo fácilmente demostrable en los niveles cerebral y psíquico porque se verifica su reproductibilidad, entonces ¿no cree usted, señor Decano, que debemos sacar lo más rápidamente posible las consecuencias que se derivan de esto? Sí, a condición de que el Sistema Ontogenético sea verificable a todos los niveles. ¡Entonces las consecuencias son verdaderamente colosales!
La primera consecuencia, señor Decano, sería que pudiésemos anunciar cuanto antes una noticia en extremo alegre: ¡Estábamos equivocados! El cáncer no era en absoluto unas células hostiles proliferando de forma anárquica y al azar, sino que estas células o atrofias celulares malignas que se creía que invadían el organismo por proliferación desordenada, han estado siempre y sin excepción bajo el control de una ley rigurosa siguiendo vías trazadas ontogenéticamente. En efecto, esto es lo que se debería hacer.
La segunda consecuencia es que deberíamos rápidamente tirar a la basura el vetusto concepto de las falsas metástasis, que la medicina oficial ha venido enseñando hasta ahora. ¡Es ciertamente inaudito que se nos haya exigido una tal acrobacia dogmática! Piénselo: teníamos que imaginar que por una sucesión de metamorfosis, tan precipitadas como desordenadas, un carcinoma mitótico del colón (que es de origen endodérmico), podía transformarse en una osteolisis atrofiante ósea (cuyo origen es mesodérmico), antes de ponerse a engendrar a través de metamorfosis metásticas las pretendidas metástasis cerebrales del Ectodermo. Desde siempre todo el mundo se apresura a afirmar que este absurdo es plausible, mientras que por poco crítico que sea un médico apenas llega a creérselo. Señor Hamer, no puedo más que darle la razón sobre este punto. Hasta ahora habíamos visto las cosas de otra manera. Yo también admito que la medicina oficial es tributaria de cantidad de hipótesis de relleno. En lo que respecta a la migración de las células cancerosas hacia la periferia, es cierto que hasta ahora no había más que pruebas indirectas de que las células cancerosas llegasen a través de la sangre arterial a sus lugares de metástasis.
La tercera consecuencia a extraer es que en virtud de la Ley Ontogenética de los SBS, debemos empezar por redactar la lista de los tumores, a fin de especificar qué formación celular deriva de tal o cual capa embrional, hecha en el transcurso de tal o cual fase, de las divisiones celulares mitóticas o de las atrofias celulares. En efecto, es totalmente absurdo imaginar que un carcinoma adenomatoso del colon, que en la Fase Activa del conflicto prolifera por medio de mitosis, puede provocar por supuestas metástasis un sarcoma óseo, que sólo se desarrolla en la Fase Pcl. Resumiendo, con la ingenuidad de niños ignorantes, hemos hecho una mezcla de las fases de simpaticotonía y de vagotonía, bautizándolo todo como metástasis. Señor profesor, ¿le parecen perentorias las consecuencias? Estas son preguntas a las que los clínicos deberán aportar respuesta.
Todavía queda otra consecuencia perentoria, es la de que deberemos rechazar de una vez por todas las nociones admitidas hasta ahora, de tumores o metástasis cerebrales, ya que éstos no pueden existir. ¿Qué quiere decir con eso?
Pues bien, en principio ¿es cierto que tras el nacimiento, las células del cerebro no pueden dividirse o multiplicarse? Sí.
La única cosa que puede proliferar en nuestro cerebro es el tejido conjuntivo situado entre las neuronas, las neuroglías o glías; estas células de tejido conjuntivo, absolutamente inofensivas, sólo se multiplican durante la Fase PclB. Es sólo durante o tras esta fase que puede coloreárselas con productos de contraste, como lo saben todos los que trabajan en este campo. No es tan seguro que sean inofensivas.
Supongamos, señor profesor, que en un centenar de casos de tumores cerebrales usted ha diagnosticado un glioma. ¿Qué otra cosa podría diagnosticar si aparte de las células cerebrales que no proliferan (neuronas) y de las células gliales inofensivas que han proliferado o continúan haciéndolo, no existe nada más? ¡En el caso de un tumor cerebral primario, naturalmente!
He aquí que preparando su tesis doctoral, un estudiante aplicado constata una y otra vez que en los cien casos en cuestión, los resultados de autopsia indican que en algún lugar del cuerpo se ha descubierto un cáncer más o menos voluminoso, que no había sido clínicamente detectado con anterioridad por no haber provocado malestares o síntomas. ¿Acaso leyendo esta tesis tendría tentaciones de ponerse manos a la obra y reinterpretar el supuesto tumor cerebral, viendo en el mismo una supuesta metástasis cerebral? Eso nos llevaría de nuevo a considerar los Focos de Hamer, los carcinomas adenomatosos de las vellosidades intestinales, por ejemplo, o a identificar en estos Focos de Hamer una osteolisis ósea o sarcoma. Me pone usted en un brete, ya que todavía no he intentado nunca ver las cosas a través de sus ideas. Debo reconocer que los gliomas polimorfos a menudo parecen enmarcar todo tipo de cosas.
Claro que sí, no tengo ninguna duda de ello. Creo que lo mejor es pura y llanamente desembarazarse de todas las hipótesis accesorias y no dejarse llevar a un diagnóstico de especulaciones en relación al origen de las metástasis. Únicamente debería hablarse de gliomas (inofensivos). Según el escáner cerebral no existe ninguna diferencia, se trata siempre y sin excepción de gliomas. Los neuro-histopatólogos sinceros hoy en día lo reconocen ya sin ambages. ¿Qué piensa usted? Hasta ahora mi opinión era que había dos tipos diferentes de procesos cerebrales:
1. Los tumores cerebrales primarios, por ejemplo, los gliomas. Debo reconocer que estos diagnósticos deben ser también verdaderos rompecabezas. Además del Sistema Ontogenético de los SBS, existe también según mi postulado, un sistema de microbios ontogenéticamente determinados, que resumo: los hongos (micosis) son nuestros apreciados basureros, encargados de desembarazarnos de los tumores del Endodermo y de la zona del Mesoderno gobernada por el Cerebelo, por el cerebro primitivo. Las bacterias son los basureros de las atrofias mesodérmicas gobernadas por el cerebro propiamente dicho (por ejemplo, las atrofias del tejido conjuntivo) y las restauradoras de los carcinomas ulcerosos del Ectodermo, operando en medio de edemas peri-ulcerosos. Como se puede observar, la edad ontogenética de los diferentes microbios concuerda con la del órgano o grupo de órganos a cuyo cuidado están, así como con la edad ontogenética de la zona cerebral que gobierna ese grupo de órganos. Por supuesto, que todos los basureros y restauradores hacen su trabajo única y exclusivamente durante la Fase Pcl, consecuentemente sólo se ponen manos a la obra bajo órdenes expresas del ordenador de nuestro cerebro. ¿No le parece esta concepción de una lógica perentoria? ¿No cree usted que a partir de esto las supuestas "enfermedades infecciosas" tienen explicación si se toma como criterio la Ley de Hierro? En lo que concierne a los microbios, dejo a los microbiólogos el trabajo de responder a esta pregunta.
Señor profesor, ni las células cancerosas que se han supuesto tan nocivas, ni los microbios juzgados tan hostiles, son nuestros enemigos tal como hasta ahora lo hemos creído. De hecho, no existen gérmenes patógenos y gérmenes apatógenos a los que debamos combatir. Todos ellos han demostrado ser nuestros fieles auxiliares, viviendo en simbiosis con nosotros. Incluso nuestras colibacterias no han hecho otra cosa que su trabajo durante la vagotonía digestiva y solamente cumpliendo órdenes del Tronco Cerebral, ¡no contra nosotros, sino para nosotros! Eso también deben responderlo los microbiólogos.
¿Se ha dado cuenta, profesor Pfitzer, que acabamos de enterrar nuestra vieja medicina académica? No hay manera de detener las Leyes Biológicas, incluso si un tribunal de jueces ignorantes y corruptos prolonga mi prohibición de ejercer, que los poderes públicos (a solicitud de la Orden de Médicos) había pronunciado hace más de tres años por rehusarme a abjurar de la Ley de Hierro. Decisión motivada (cito textualmente) por el hecho de que "el Doctor Hamer carece de la regla de conducta requerida para reinsertarse en la medicina académica". ¿Acaso debía ajustar mi conducta a la del cortejo fúnebre de un cadáver científico? Para un patólogo, ¡también los cadáveres son un objeto de investigación científica!
Señor Decano, permítanos que informemos de esta entrevista a todos los que se consideran "enfermos". Lo están esperando y tienen derecho a saberlo, ya que ¡luchan por su vida! En su nombre, le expreso mi más cordial agradecimiento por esta entrevista.
Desarrollando el germen de las ideas contenidas en libros tan populares, como los de la conferencista estadounidense Louis Hay y los doctores alemanes Dethlefsen y Dahlke, el Dr. Hamer ha logrado comprobar por primera vez a nivel científico la relación entre psique, cerebro y órgano. Ha descubierto que existe una perfecta correspondencia entre el conflicto psíquico y el órgano implicado y lo ha comprobado mediante la técnica del escáner cerebral. Gracias a estos descubrimientos, André Sixt, una enfermera francesa de vocación, logró colaborar en la recuperación de varios diagnosticados como "incurables". La fiscalía de su país la acusó de "práctica ilegal de la medicina" y la llevó a juicio, sin embargo, la cada vez más célebre Madam Sixt quedó eximida y continúa al pie de la cama de aquellos que necesitan de "la Medicina del Corazón", como ella la llama. ¿Cuándo y cómo se enteró de los trabajos del Dr. Hamer? ¿Cómo fue que comenzó a estudiar esta perspectiva heterodoxa? ¿En qué momento estableció contacto con el Dr. Hamer? Entre más estudiaba y trabajaba, me daba cuenta de lo muy poco que sabemos en el campo de la medicina. Comprendí cuánto tiempo tuvo que dedicar el Dr. Hamer, noche y día, para poder realmente descubrir estas leyes y hacerlas asequibles a todos. Es más que una medicina, porque toca al ser humano en su globalidad y permite a cada uno que se conozca y sepa cómo funciona. Comprender estas Cinco Leyes Biológicas nos demuestra que realmente no hay "enfermedades", sino un perfecto sentido en la naturaleza. Pienso también que es una mirada de amor hacia los demás seres humanos, los animales y las plantas. Si comprendemos bien cómo funcionan las 5 Leyes Biológicas de la madre naturaleza, como la llama el Dr. Hamer, entonces vamos a evolucionar con ella en el tiempo. En la naturaleza todo es gratuito. Comprender las Cinco Leyes Biológicas nos permite abrir los ojos y actuar desde el corazón. Tampoco habrá Morfina, por ejemplo, ¿por qué no? Porque la Morfina tiene unos efectos que cortan los reflejos al inhibir las sinapsis neuronales, corta la relación psique-cuerpo, pero la persona sigue sufriendo y a veces ni siquiera lo puede expresar. El Dr. Hamer me ha dicho que en la mayoría de los casos no hay necesidad de fármacos durante la Fase de Vagotonía, excepto en los casos en los que hay grandes edemas, grandes inflamaciones cerebrales. ¿Qué hacer para no generarnos un cáncer? Principalmente hablar, compartir, no vivir las cosas en soledad. Abrir el corazón...
Es el único médico español que se atreve a aplicar las Leyes Biológicas del polémico médico alemán Ryke Geerd Hamer sobre el cáncer, el SIDA y otras "enfermedades". Ello le supone juicios por lo penal, inhabilitación del Colegio de Médicos, muy pocos clientes y unas condiciones económicas muy duras. ¿Cuál es su situación legal por el caso Lumbreras? La justicia lo ha archivado sin cargos. ¿Y el Colegio de Médicos? Me ha inhabilitado, pero yo he recurrido, por lo que por ahora aún puedo ejercer. ¿Y si acaba perdiendo? Me podrán quitar un título pero nunca dejaré de ser médico. Para mi ser médico es una actitud vital de ayuda a los demás y eso no me lo van a quitar. ¿Por qué molesta usted tanto a la medicina oficial? Dicen que soy un peligro público, pero yo he hablado con el presidente del Colegio y me da la impresión de que no entienden los postulados de las Leyes Biológicas. No me canso de repetirles que las causas son biológicas, no mentales ni espirituales, como ellos quieren entender. Decir que "un cáncer se cura por control mental" es una simplificación muy peligrosa, no es eso. ¿Entonces qué es? Nosotros aceptamos técnicas convencionales como las intervenciones quirúrgicas y en casos extremos hasta la quimioterapia, siempre que sea selectiva. ¿Está usted solo en toda España? Sí, aunque muchos de los que han tirado la toalla siguen tabajando extraoficialmente, se esconden. No porque me guste, pues no me gano la vida nada bien, estoy pasando apuros. También le saldrán clientes por ser quien es. Pocos, con todo el albaroto que se organizó en la prensa hace tres años hubo un bajón terrible. Me dijeron sectario, sádico y estafador. Eso me trajo muchos problemas, incluso entre amigos. ¿Se persiguen también en Europa los médicos que practican el método Hamer? El propio Hamer trabaja con grupos... ¿Pero no estaba en la cárcel? No, salió de la cárcel bajo la condición de que una universidad valide sus teorías. Lo ha hecho la de Bratislava. ¿Le conoce personalmente? Sí, le traté muy directamente en 1995 y me pareció un ser extraordinario, un científico de primera línea y una persona con una gran humanidad. ¿Cómo anda de moral? Está muy apenado, le atormenta ver como tantos mueren cuando eso podría evitarse. ¿Terminará por aceptarse la perspectiva Hamer? Sin duda, es sólo una cuestión de tiempo, mucho tiempo. ¿Antes de 30 años tendrá su clínica privada en Pedralbes? Espero que no, mi sueño es trabajar en un hospital en plena naturaleza, con pocas personas, no más de 40 o 50 y en convivencia con ellos, creando grupos de terapias... Yo creía que bastaba con un TAC del cerebro y del órgano afectado para demostrar la perspectiva Hamer. Así es, pero pocos radiólogos se atreven a reconocer que esas "dianas" que se ven no son las clásicas modificaciones del cerebro. Sería tanto como reconocer que llevan años equivocándose. La ciencia ha avanzado siempre a base de reconocer viejos errores, ¿o no? Sí, pero es que las propuestas de Hamer rectifican desde la base. Llama meros síntomas lo que la medicina oficial ve como causas. Hamer va más profundo, hasta el conflicto biológico que genera el primer tumor. Para entender eso hay que cambiar toda la mentalidad de la medicina oficial, cosa nada fácil. ¿Por qué? Porque la medicina tiene que aceptar que cuerpo y mente es un todo, no dos cosas distintas. La Física Cuántica ya ha aceptado que la materia puede presentarse condensada en partícula o en vibración de onda, pero son lo mismo. Desgraciadamente, estos descubrimientos de la Física Cuántica ya se aplican a la bomba atómica, pero aún no a las ciencias de la salud. Un conflicto biológico que provoca cáncer de pulmón puede ser, por ejemplo, quedarse sin trabajo, ¿no? Más bien el miedo a morirse por quedarse sin trabajo, simplificando mucho así es. Mire, (abre su libro y muestra dos gráficos idénticos) son las líneas de la evolución del paro y del cáncer de pulmón en España entre 1975 y 1987: exactas. En mi libro explico con mucho más detalle las causas científicas de este fenómeno. ¿Cuántas de las 700 personas atendidas por usted se han curado? La pena es que sólo me llegan los casos desahuciados por la medicina oficial, muy avanzados, pero incluso de ésos se salvan uno de cada diez. Lógicamente, los que me llegan recién diagnosticados van mucho mejor. En 30 años, Hamer premio Nobel.
Lo que sigue es una entrevista realizada a un experto y divulgador de las Leyes Biológicas que ha querido conservar su anonimato. Fue realizada vía correo electrónico especialmente para mi blog. Agradezco su amabilidad. Es algo difícil de explicar los principios de este descubrimiento en una entrevista, pero podríamos resumirlo, a riesgo de una cierta simplificación, en lo siguientes puntos: 3. Toma en cuenta los tres aspectos esenciales del ser humano: la psique, el cerebro y los órganos. Diferencia cada uno de estos planos para fines didácticos y explicativos, pero en todo momento se comprende que el organismo es una unidad, no una suma de partes. Esto implica que el diagnóstico se hace en los tres planos a la vez. Ante esta situación de emergencia biológica se activa un programa especial que tiene por finalidad optimizar algunas funciones del organismo, relacionadas con la necesidad biológica que quedó insatisfecha, para permitirle enfrentar mejor la situación, mejorando así las probabilidades de supervivencia. - Se intensifica el metabolismo celular. Estas reacciones, vistas fuera de contexto o en forma aislada, parecen sin sentido o "patológicas", pero apreciadas a la luz de la amenaza real que la persona percibe (real o simbólicamente) en el entorno, entonces es claro que esas reacciones tienen un sentido o finalidad: escapar de la amenaza y sobrevivir. - El tumor de Wilms aparece siempre en la Fase PclA de un conflicto relacionado con algún líquido, como el agua. Esto es igual si ocurre en niños o en adultos. En los niños lo más frecuente son las fase de reparación como las antes mencionadas, ya que ciertos conflictos pueden ser más facilmente resueltos por niños que por adultos o viceversa. Las Leyes Biológicas también son una ciencia aplicada que apunta a unos determinados valores considerados como correctos, tales como conservar la salud o ayudar al prójimo a resolver sus conflictos; pero estos valores los tienen quienes aplican las Leyes Biológicas para provocar o propiciar la obtención de un fin considerado como bueno o deseable, pero se podría pensar en alguien que, partiendo de valores diferentes y negativos, usara las Leyes Biológicas con fines perversos y despreciables, como sería por ejemplo provocarle deliberadamente conflictos biológicos a los demás. Obviamente, en casos extremos, donde hayan varios tumores, los efectos debilitantes de la quimioterapia y radioterapia hayan hecho mella, el estado psicológico y físico esté muy deteriorado, etc., no se puede hablar de mejoría en la mayoría de los casos. Probablemente, en casos extremos no haya solución alguna o si la hay es solo como excepción que justifique una esperanza. En la actualidad es muy difícil que estas condiciones óptimas se den, ya que las Leyes Biológicas no están oficialmente reconocidas y prácticamente la totalidad de los que acuden a ellas lo hacen después de haber sido diagnosticados y tratados por la Oncología. Acuden como último recurso, en muchos casos no se puede reparar el daño físico y emocional casi permanente que han sufrido en su travesía oncológica.
La maestra de Sant Feliu del Llobregat, Pietat Rabat Monrós, de 44 años, se "curó" definitivamente de su cáncer de pecho después de decidir no volver a someterse nunca más a la quimioterapia. Hoy es miembro de la asociación Cobra y luchadora de "la perspectiva Hamer" en alusión al médico alemán Ryke Geerd Hamer.
¿Cuál es su historia personal? En 1993 se me declaró un cáncer de mama, me amputaron, siguieron sometiéndome a quimioterapia, empeoré hasta una neutropenia, me quedé sin glóbulos blancos ni rojos, me hicieron transfusiones, me ingresaron y una noche en el hospital me dije: "lo que cura no debería matar". Estaba más muerta que viva. Se fue. Sí, me puse en contacto con el Dr. Herrera de Barcelona, que es casi el único de España que sigue la perspectiva Hamer e inmediatamente empecé a sentirme mejor. ¿Cómo se lo tomaron sus médicos? Hacía tiempo que sólo obtenía de ellos preguntas sin respuesta. Los oncólogos sólo me decían: no sé, no sé, no sé. Así que dejé de verles sin más. ¿Está segura de estar curada del todo? Completamente segura, además no conozco a nadie que haya superado una segunda tanda de sesiones de quimio, o sea, que lo más probable es que allá me hubiera muerto. Según el Dr. Hamer todo cáncer tiene su origen en un conflicto psicológico. No, psicológico no. Nosotros decimos conflicto biológico. Un conflicto de desvalorización, de territorio, laboral, personal o social, llevado en solitario. ¿Cuál fue el suyo? Mi marido tenía problemas de alcohol y la convivencia era insoportable. Cada conflicto provoca un cambio extraordinario en un órgano y las peleas de pareja se relacionan con la mama. Dicen que el método Hamer se recrea en el dolor. Eso viene del caso Helena Lumbreras. Le manipularon su diario íntimo, publicaron el párrafo del dolor y se saltaron "y por primera vez esta noche he dormido bien sin necesidad de calmantes". ¿Cómo se cura un cáncer? El conflicto biológico se puede desactivar con plantearte claramente la causa que te lo ha provocado y comunicarlo a los demás. En cuanto lo haces, en muchos casos notas como se desactiva. Suena a ciencia ficción. (Ríe a carcajadas) Pero no lo es. Es así de fácil. Por eso se detienen espontáneamente tantos SBS de próstata, pulmón, riñón... En autopsias y radiografías de tórax se detectan muchos de los que nadie se enteró porque se detuvieron antes de manifestarse. ¿También se curan espontáneamente casos de cáncer ya manifiestos? Por supuesto. Son personas que de repente encontraron trabajo, consiguieron lo que deseaban, se sintieron valorados... En la biblioteca del Colegio de Médicos de Barcelona hay registrados más de 200 casos "curados espontáneamente" sólo en los últimos cinco años. ¿Cómo lo explican ellos? Error de diagnóstico, dicen. Lo triste es que tantos "errores de diagnóstico" ni siquiera les haga reflexionar un poco. ¿Por qué está en prisión el Dr. Hamer? Porque cuando ya estaba inhabilitado por el colegio de médicos alemán y por tanto no podía dar consejo facultativo, le dijo a un periodista que si tenía dolores de cabeza se tomara una aspirina. Como eso es dar consejo facultativo, le encarcelaron. ¿El colegio español no ha inhabilitado al Dr. Herrera? Claro que lo ha inhabilitado, pero él ha puesto un recurso ante el Supremo y mientras no haya sentencia puede seguir ejerciendo. Sin una sola denuncia de la gente. Todo es cosa del Colegio Médico, que es la nueva inquisición del siglo XX. ¿Por qué dice eso? Porque hay muchísimas malas praxis médicas que el colegio oculta sistemáticamente. El Dr. Herrera, en cambio, no ha hecho ningún daño a nadie e incluso una juez ha sobreseído su caso civilmente. ¿Tiene el método Hamer algún fundamento científico? Demostrar que funciona es lo más fácil que hay. Con un escáner cerebral se ven las marcas que deja el conflicto en el cerebro. En forma de diana si está activo y en edema si está en la primera parte de la 2da Fase. ¿Nadie se ha molestado en averiguarlo? Nadie. O sea, que el tabaco no produce cáncer de pulmón. Claro que no. Ahora bien, si el fumador se llega a creer que lo produce y fuma con miedo a morir, ese miedo sí puede crearle conflicto. ¿Un cigarrito?
Hace un tiempo entrevisté al autor del blog en español sobre las Leyes Biológicas. A partir de allí he recibido algunas preguntas de parte de mis lectores, las que he sintetizado para formulárselas. Espero que la disfruten: Esto también ocurrió en Alemania y Bélgica. Ignoro la situación específica de Francia, aunque allí lo que más destacó fue el plagio grotesco e inmoral de por parte de algunos alumnos del Dr. Hamer. Nunca tuvieron estrategias claras para dar a conocer las Leyes Biológicas. Eran unos improvisados interesados más en su figuración personal.
“La Mafia Médica” es el título del libro que le costó a la doctora Ghislaine Lanctot su expulsión del Colegio de Médicos y la retirada de su licencia para ejercer la medicina. Se trata probablemente de la denuncia publicada más completa, integral, explícita y clara del papel que juega a nivel mundial el complejo formado por el sistema sanitario y la industria farmacéutica. El libro expone, por una parte, la errónea concepción de "la salud y la enfermedad" que tiene la sociedad occidental moderna, fomentada por esta mafia médica que ha monopolizado la salud pública creando el más lucrativo de los negocios. Además de tratar sobre la verdadera naturaleza de las llamadas "enfermedades", explica cómo las grandes empresas farmacéuticas controlan no sólo la investigación, sino también la docencia médica, cómo se ha creado un sistema sanitario que cronifica "enfermedades" y mantiene a los ciudadanos ignorantes y dependientes de él. El libro es pura artillería pesada contra todos los miedos y mentiras que destrozan nuestra salud y nuestra capacidad de autorregulación natural, volviéndonos manipulables y completamente dependientes del sistema. La autora de La Mafia Médica acabó sus estudios de Medicina en 1967, una época en la que (como ella misma confiesa) estaba convencida de que la Medicina era extraordinaria y de que antes del final del siglo XX se tendría lo necesario para "curar cualquier enfermedad". Sólo que esa primera ilusión fue apagándose hasta extinguirse. - ¿Por qué esa decepción? Porque empecé a ver muchas cosas que me hicieron reflexionar, por ejemplo, que no todas las personas respondían a los maravillosos tratamientos de la medicina oficial. Además, en aquella época entré en contacto con varios "terapeutas suaves", practicantes de terapias no agresivas (en francés Médecine Douce) que no tuvieron reparo alguno en abrirme sus consultas y dejarme ver lo que hacían. Llegué pronto a la conclusión de que las medicinas no agresivas son más eficaces, más baratas y, encima, tienen menores efectos secundarios. - Supongo que empezó a preguntarse: ¿por qué en la Facultad nadie le había hablado de esas terapias alternativas no agresivas? Así es. Luego mi mente fue más allá y empecé a cuestionarme: ¿cómo era posible que se tratara de charlatanes a personas a las que yo misma había visto curar? y ¿por qué se las perseguía como si fueran brujos o delincuentes? Por otra parte, como médico había participado en muchos congresos internacionales (en algunos como ponente) y me di cuenta de que todas las presentaciones y ponencias que aparecen en tales eventos están controladas y requieren obligatoriamente ser primero aceptadas por el "comité científico" organizador del congreso. ¿Quién designa a ese comité científico? Pues generalmente quien financia el evento: la industria farmacéutica. ¡Sí, hoy son las multinacionales las que deciden hasta qué se enseña a los futuros médicos en las facultades y qué se publica y expone en los congresos de medicina! El control es absoluto. - Eso fue clarificador para usted… Si, darme cuenta del control y de la manipulación a la que están sometidos los médicos y los futuros médicos, los estudiantes, me hizo entender claramente que la Medicina es, ante todo, un negocio. La Medicina está hoy controlada por los seguros, públicos o privados, da igual, porque en cuanto alguien tiene un seguro pierde el control sobre el tipo de medicina a la que accede. Ya no puede elegir. Es más, los seguros determinan incluso el precio de cada tratamiento y las terapias que se van a practicar. Si miramos detrás de las compañías de seguros o de la seguridad social... encontramos lo mismo. - El poder económico. Exacto, es el dinero quien controla totalmente la Medicina. Lo único que de verdad interesa a quienes manejan este negocio es ganar dinero. ¿Cómo ganar más? Pues haciendo que la gente esté "enferma" porque las personas sanas no generan ingresos. La estrategia consiste, en suma, en tener enfermos crónicos que tengan que consumir todo tipo de productos paliativos, para tratar sólo síntomas; medicamentos para aliviar el dolor, bajar la fiebre, disminuir la inflamación... Nunca fármacos que puedan resolver una dolencia. Eso no es rentable, no interesa. La medicina actual está concebida para que la gente permanezca "enferma" el mayor tiempo posible y compre fármacos; si es posible, toda la vida. - Infiero que ésa es la razón de que en su libro se refiera al sistema sanitario como "sistema de enfermedad". Efectivamente. El llamado sistema sanitario es en realidad un sistema de "enfermedad". Una medicina que sólo reconoce la existencia del cuerpo físico y no tiene en cuenta ni el espíritu, ni la mente, ni las emociones. Que además trata sólo el síntoma y no la causa del problema. Se trata de un sistema que te mantiene, al que se estimula para que consuma fármacos de todo tipo. - Se supone que el sistema sanitario está al servicio de las personas. Está al servicio de quien le saca provecho: la industria farmacéutica. De manera oficial (puramente ilusoria) el sistema está al servicio de las personas, pero, oficiosamente, en la realidad, el sistema está a las órdenes de la industria que es la que mueve los hilos y mantiene el sistema en su propio beneficio. Se trata, en suma, de una auténtica mafia médica, de un sistema que crea "enfermedades" y mata por dinero y por poder. - ¿Qué papel juega el médico en esa mafia? El médico es, muchas veces de forma inconsciente, la correa de transmisión de la gran industria. Durante los 5 a 10 años que pasa en la Facultad de Medicina el sistema se encarga de inculcarle unos determinados conocimientos y de cerrarle los ojos a otras posibilidades. Posteriormente, en los hospitales y congresos médicos, se les refuerza en la idea de que la función del médico es "curar" y salvar vidas, de que la "enfermedad" y la muerte son fracasos que debe evitar a toda costa y de que la enseñanza recibida es la única válida. Además, se les enseña que el médico no debe implicarse emocionalmente y que es un "dios" de la salud. De ahí que incluso exista una caza de brujas entre los propios profesionales de la medicina. La medicina oficial, la "científica", no puede permitir que existan otras formas de "curar" que no sean serviles al sistema. - El sistema, en efecto, pretende hacer creer que la única medicina válida es la llamada "medicina científica", la que usted aprendió y de la que ha renegado. Precisamente en el mismo número en que va a aparecer su entrevista publicamos un artículo al respecto. La medicina científica está enormemente limitada, porque se basa en la física materialista de Newton: tal efecto obedece a tal causa. Por ende, tal síntoma precede a tal "enfermedad" y requiere tal tratamiento. Se trata de una medicina que sólo reconoce lo que se ve, se toca o se mide y niega toda conexión entre las emociones, el pensamiento, la conciencia y el estado de salud físico. Cuando se la importuna con algún problema de ese tipo te cuelga la etiqueta de "enfermedad psicosomática" y te envía a casa tras recetarte pastillas para los nervios. - Es decir, que a su juicio, la medicina oficial sólo se ocupa de hacer desaparecer los síntomas. Salvo en lo que a cirugía se refiere, los antibióticos y algunas pocas cosas más, como los modernos medios de diagnóstico, sí… Da la impresión de "curar" pero no lo hace. Simplemente elimina la manifestación del problema en el cuerpo físico pero éste, tarde o temprano, resurge. - A su juicio, dan mejor resultado las llamadas medicinas suaves o no agresivas. Son una mejor opción porque tratan de forma holística y ayudan. Mire, cualquiera de las llamadas medicinas alternativas constituyen una buena ayuda pero son sólo eso: complementos, porque el verdadero médico es uno mismo. Cuando uno es consciente de su soberanía sobre la salud deja de necesitar terapeutas. La cuestión es que el sistema trabaja para que olvidemos nuestra condición de seres soberanos y nos convirtamos en seres sumisos y dependientes. En nuestras manos está romper esa esclavitud. - En su opinión, ¿por qué las autoridades políticas, médicas, mediáticas y económicas lo permiten? ¿Por qué los gobiernos no acaban con este sistema, costosísimo por otra parte? A ese respecto tengo tres hipótesis. La primera es que quizás no saben que todo esto está pasando... pero es difícil de aceptar, porque la información está a su alcance desde hace muchos años y en los últimos veinte años son ya varias las publicaciones que han denunciado la corrupción del sistema y la conspiración existente. La segunda hipótesis es que no pueden acabar con ello... pero también resulta difícil de creer porque los gobiernos tienen el suficiente poder. - La tercera, supongo, es que no quieren acabar con el sistema. Pues lo cierto es que, eliminadas las otras dos hipótesis, ésa parece la más plausible. Si un gobierno se niega a acabar con un sistema que arruina y mata a sus ciudadanos es porque forma parte de él, porque forma parte de la mafia. - ¿Quiénes integran, a su juicio, la "mafia médica"? A diferentes escalas y con distintas implicaciones, por supuesto, la industria farmacéutica, las autoridades políticas, los grandes laboratorios, los hospitales, las compañías aseguradoras, las agencias del medicamento, los colegios de médicos, los propios médicos, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Ministerio de Sanidad de la ONU y, por supuesto, el gobierno mundial en la sombra del dinero. - Tenemos entendido que para usted la Organización Mundial de la Salud es "la mafia de las mafias". Así es. Esa organización está completamente controlada por el dinero. La OMS es la organización que establece, en nombre de la salud, la "política de enfermedad" en todos los países. Todo el mundo tiene que obedecer ciegamente las directrices de la OMS. No hay escapatoria. De hecho, desde 1977, con la Declaración de Alma Ata, nadie puede escapar de su control. - ¿En qué consiste esa declaración? Se trata de una declaración que da a la OMS los medios para establecer los criterios y normas internacionales de práctica médica. Se desposeyó así a los países de su soberanía en materia de salud para transferirla a un gobierno mundial no elegido, cuyo "ministerio de salud" es la OMS. Desde entonces "derecho a la salud" significa "derecho a la medicación". Así es como se han impuesto las vacunas y los medicamentos a toda la población del globo. - Una labor que no se cuestiona, claro, porque, ¿quién va a osar dudar de las buenas intenciones de la Organización Mundial de la Salud? Hay que preguntarse quién controla a su vez esa organización a través de la ONU: el poder económico. - ¿Cree que ni siquiera las organizaciones humanitarias escapan a ese control? Por supuesto que no. Las organizaciones humanitarias también dependen de la ONU, del dinero de las subvenciones. Por tanto, sus actividades están igualmente controladas. Organizaciones como "Médicos Sin Fronteras" creen que sirven altruistamente a la gente, pero en realidad sirven al dinero. - Una mafia sumamente poderosa. Omnipotente, diría yo. Ha eliminado toda competencia. Hoy día a los investigadores se les "orienta". Los disidentes son encarcelados, maniatados y reducidos al silencio. A los médicos "alternativos" se les tilda de locos, se les retira la licencia o se les encarcela también. Los productos alternativos rentables han caído igualmente en manos de las multinacionales gracias a las normativas de la OMS y a las patentes de la Organización Mundial del Comercio. Las autoridades y sus medios de comunicación social se ocupan de alimentar entre la población el miedo a la "enfermedad", a la vejez y a la muerte. De hecho, la obsesión por vivir más o simplemente por sobrevivir ha hecho prosperar incluso el tráfico internacional de órganos, sangre y embriones humanos. En muchas clínicas de fertilización en realidad se "fabrican" multitud de embriones que luego se almacenan para ser utilizados en cosmética, en tratamientos rejuvenecedores, etc. Eso sin contar con que se irradian los alimentos, se modifican los genes, el agua está contaminada, el aire envenenado... Es más, los niños reciben absurdamente hasta 35 vacunas antes de ir a la escuela. Así, cada miembro de la familia tiene ya su pastillita: el padre tiene la Viagra; la madre tiene el Prozac; el niño tiene el Ritalin. Todo esto, ¿para qué? Porque el resultado es conocido: los costes sanitarios suben y suben pero la gente sigue muriendo igual. - Lo que usted explica del sistema sanitario imperante es una realidad que cada vez más gente empieza a conocer, pero nos han sorprendido algunas de sus afirmaciones respecto a lo que define como "las tres grandes mentiras de las autoridades políticas y sanitarias". Pues lo reitero: las autoridades mienten cuando dicen que las vacunas nos protegen, mienten cuando dicen que el SIDA es contagioso y mienten cuando dicen que el cáncer es un misterio. - Usted mantiene que la mafia médica es una necesidad evolutiva de la humanidad. ¿Qué quiere decir con esa afirmación? Verá, piense en un pez cómodamente instalado en su pecera. Mientras tiene agua y comida, todo está bien pero si le empieza a faltar el alimento y el nivel del agua desciende peligrosamente el pez decidirá saltar fuera de la pecera buscando una forma de salvarse. Bueno, pues yo entiendo que la mafia médica nos puede empujar a dar ese salto individualmente. Eso sí, habrá mucha gente que preferirá morir a saltar. - Para dar ese salto es preciso un nivel de conciencia determinado. Sí, creo que se está elevando mucho y muy rápidamente. La información que antes se ocultaba ahora es pública: que la medicina mata personas, que los medicamentos nos envenenan, etc. La mafia médica se desplomará como un castillo de naipes cuando un 5% de la población pierda su confianza en ella. Basta que ese porcentaje de la población mundial sea consciente y conectado con su propia divinidad. Entonces decidirá escapar de la esclavitud a la que le tiene sometida la mafia y el sistema actual se derrumbará. Tan sencillo como eso. - ¿En qué punto cree que estamos? Pues no sabría cuantificarlo, pero pienso que probablemente en menos de cinco años todo el mundo se dará cuenta ya de que cuando va al médico va a un especialista de la "enfermedad" y no a un especialista de la salud. Dejar a un lado la llamada "medicina científica" y la seguridad que propone para ir a un terapeuta es ya un paso importante. También lo es perder el respeto y la obediencia ciega al médico. El gran paso es decir no a la autoridad exterior y decir sí a nuestra autoridad interior. - ¿Qué es lo que nos impide romper con la autoridad exterior? El miedo. Tenemos miedo a no acudir al médico, pero es el miedo, por sí mismo, quien nos puede matar. Nos morimos de miedo. Se nos olvida que la naturaleza humana es divina, concebida para comportarnos como dioses. ¿Desde cuándo los dioses tienen miedo? Cada vez que nos comportamos de manera diferente a la de un dios nos ponemos "enfermos". Esa es la realidad. - ¿Qué cree que pueden hacer los medios de comunicación para contribuir a la elevación de la conciencia en esta materia? Informar sin intentar convencer. Decir lo que sabéis y dejar a la gente hacer lo que quiera con la información, porque intentar convencerles sería imponer otra verdad y de nuevo estaríamos en otra guerra. Se necesita sólo dar referencias. Basta decir las cosas. Luego, la gente las escuchará si resuenan en ellos. Si su miedo es mayor que su amor por sí mismos dirán: "eso es imposible". En cambio, si tienen abierto el corazón, escucharán y se cuestionarán sus convicciones. Es entonces, en ese momento, cuando quieran más, cuando se les puede dar más información.
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